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Regatean en El Salvador triunfo de ex guerrillero izquierdista en presidenciales

*Le contarán voto por voto, este lunes

El Salvador en suspenso a la espera de

El Salvador se mantenía este lunes en suspenso sin una proclamación oficial del ganador de las elecciones presidenciales del domingo, mientras la izquierda celebraba el triunfo, la derecha alegaba fraude y Estados Unidos pedía una "conclusión pacífica" del proceso electoral.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene previsto iniciar este lunes, en hora que aún no ha sido anunciada, el conteo manual de los votos que, según el escrutinio preliminar, contabilizado el 100% de las mesas receptoras, dejaban al exguerrillero izquierdista Salvador Sánchez Cerén como ganador.

Sánchez Cerén, candidato del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), supera con 50,11% (1,494.144 votos) a Norman Quijano, de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), que sumaba el 49,89% de los votos (1.487.510).

Ante la ajustada diferencia de sólo 6.634 votos, Quijano alegó fraude electoral y se declaró "en pie de guerra" por lo que considera su victoria, tras advertir que las Fuerzas Armadas "están pendientes" de los acontecimientos.

"No vamos a permitir fraudes al estilo chavista o (Nicolás) Maduro como Venezuela. Aquí estamos en El Salvador", aseveró Quijano, quien en la campaña usó a la crisis venezolana como propaganda para pedir no votar por la izquierda.

Estados Unidos pidió a ambas fuerzas políticas que se ajusten a las leyes electorales para que pueda haber "una conclusión pacífica" del proceso.

"Esperamos que tanto el Tribunal Supremo Electoral como los partidos en contienda usen las herramientas legales del proceso electoral para llegar a una conclusión pacífica que respete la voluntad expresada por el pueblo salvadoreño", señaló la embajada estadounidense en San Salvador en un comunicado.

Washington pidió a los salvadoreños "que continúen mostrando paciencia en espera de los resultados" definitivos de la elección presidencial.

El presidente del TSE, Eugenio Chicas, llamó a esperar al escrutinio manual de las actas, que podría terminar el miércoles, aunque defendió la transparencia del proceso.

El estrecho margen es totalmente sorpresivo pues las encuestas vaticinaban para el balotaje una victoria del excomandante rebelde, de 69 años, con por lo menos diez puntos sobre Quijano, un férreo anticomunista de 67 años.

Sánchez Cerén, actual vicepresidente del primer gobierno de izquierda de El Salvador, presidido desde 2009 por Mauricio Funes bajo la bandera del FMLN, ganó la primera ronda del 2 de febrero con 48,9% contra 38,9% de Quijano, pero sin lograr el 50% más uno que evitaba la segunda vuelta.

"Incluso perdiendo, Arena va a ganar. El país está dividido 50%-50%", afirmó el analista político y exguerrillero Juan Ramón Medrano.

Analistas estimaron que Sánchez Cerén bajó la guardia en la campaña para el balotaje y tampoco habría logrado conquistar los votos que favorecieron en la primera ronda al expresidente Antonio Saca, expulsado de Arena tras ser responsabilizado de la derrota ante el FMLN en las elecciones de 2009.

- Diálogo obligado -

De ser proclamado ganador, Sánchez Cerén sería el primer exguerrillero en asumir la Presidencia de El Salvador, y el cuarto en América Latina, después del nicaragüense Daniel Ortega, el uruguayo José Mujica y la brasileña Dilma Rousseff.

Si se confirma su triunfo deberá dialogar con distintos sectores para desmontar la polarización y lograr la gobernabilidad, estimaron los analistas.

En una batalla ideológica de más de tres décadas, "el FMLN ha estado tratando de aniquilar a Arena, y Arena tratando de aniquilar al Frente, y ya es hora que entiendan que no se puede", destacó el analista Salvador Samayoa.

"Ya es el momento que nos entendamos para sacar adelante el país", agregó Samayoa, al señalar que ambas fuerzas quedaron incluso en mitades iguales en los 14 departamentos, pues cada uno ganó siete.

El Salvador sufrió una guerra civil entre 1980 y 1992, en la que se enfrentaron el Ejército, al mando de regímenes de derecha, y la entonces guerrilla FMLN.

En el discurso que dio casi a la medianoche del domingo, Sánchez Cerén prometió gobernar con "un diálogo nacional" con todos los sectores políticos y empresariales, tradicionalmente afines a Arena.

"Desde ya les decimos que tienen las puertas abiertas para trabajar con nosotros para sacar adelante a El Salvador", subrayó el exguerrillero al tender una mano a Arena y pedirle que acepte los resultados.

El analista Mauricio Choussy dijo esperar ver "una izquierda más moderna con una derecha más moderna (...). Sin lugar a dudas el país lo requiere".

- Alianzas para enfrentar los problemas -Al asumir el 1 de junio, el nuevo presidente deberá tratar el problema de las violentas pandillas que siguen cometiendo delitos como extorsiones, aunque mantienen una tregua que el domingo cumplió dos años y que redujo de 14 a 6,8 los homicidios diarios.En el país unos 10.000 pandilleros están en las cárceles y otros 50.000 en las calles.El próximo mandatario deberá también elevar la recaudación fiscal que ronda el 16% del PIB, y tomar medidas para evitar que el país, con una deficitaria balanza comercial, aumente la deuda externa de 13.800 millones de dólares.Para asegurar la gobernabilidad, el próximo presidente deberá buscar alianzas en el Congreso de 84 escaños, que se renovará en 2015.

Seguidores del candidato presidencial del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, celebran tras el cierre de las mesas de votación en El Salvador, el 9 de marzo de 2014 en San Salvador

El candidato a la vicepresidencia salvadoreña, Óscar Ortiz (delante, izq), y el presidencial, Salvador Sánchez Cerén (derecha), celebrando el que aseguran es su triunfo electoral, en San Salvador el 9 de marzo de 2014

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