TRASFONDO
Por JULIO ZENON FLORES
El senador Armando Ríos Piter, ha cuidado todos los flancos,
hasta ahora, y ha hecho todos los amarres necesarios para convertirse en el
candidato del PRD a la gubernatura, luego de pasar por las fechas definidas la
madrugada de este domingo por el Congreso local, así como las relativas a las
reglas internas de ese partido para ser registrado como tal y salir a competir,
a partir de abril del año que viene, contra el que le pongan enfrente los del
PRI.
El proceso para posicionarse y hacer los amarres necesarios
no fue fácil, pues para empezar no lo quería el gobernador del estado Ángel
Aguirre Rivero, quien además de representar a una importante corriente interna
cuenta con recursos económicos para cooptar a las otras corrientes; sin
embargo, la estructura del Jaguar, hizo el trabajo de hilado fino, para doblar
las manitas del mandatario estatal, a cambio del apoyo del senador al diputado
local Aguirre Herrera, para ser postulado en Acapulco.
Otros escollos a vencer fueron el veto impuesto por el líder
de Morena, Andrés Manuel López Obrador, para encabezar una alianza de las
izquierdas, con el espantajo de que si la izquierda se divide pierde la
elección, lo cual, suponía AMLO, hacía que su palabra tuviera un peso
importante en las decisiones de la izquierda guerrerense. Sin embargo, está
visto que el Morena no ha despegado en la entidad y que su participación en
solitario no haría mucha mella en un candidato fuerte y bien posicionado del
PRD, hasta hoy el principal partido de esa corriente ideológica en la entidad.
El también ex jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard,
también vino a señalar que el felino no es de su agrado, sin embargo, la
presencia ebrardista en Guerrero es muy limitada, por lo cual el impacto es
menor.
La realidad indica que el PRD ya pactó a nivel nacional que
Ríos Piter será su candidato y que es un candidato que tiene el visto bueno del
Pacto por México, es decir, que el presidente Enrique Peña Nieto, por lo menos
no le pondrá piedras en el camino, si no es que hasta lo apoye, a cambio del
apoyo que el legislador le brindó en una votación estratégica en la aprobación
de las reformas peñistas; es decir, también, que el PAN de Gustavo Madero, se
la jugará al lado del Jaguar, a cambio de que el PRD lo respalde en Nuevo León
y en Querétaro.
Pero el senador Ríos
Piter no sólo consiguió el respaldo nacional, en base a un trabajo propio de
posicionamiento que lo hizo indispensable, al grado de que, aunque el PRD
buscara equilibrios y él no tuviera una fuerza propia poderosa, las otras
tribus, con sus respectivas propuestas de candidato, no tuvieran más
alternativa que reconocer que no llevar al Jaguar como abanderado los podría
orillar a la derrota, frente a un PRI que si bien no ha mostrado aún un
aspirante fuerte y que se muestra dividido, todos saben que está ahí,
agazapado, con un indiscutible voto duro y una estructura, que sólo espera la
oportunidad de arrebatar la gubernatura, por lo cual, esas tribus no tienen más
que aceptar al felino y negociar otras posiciones, entre las que se encuentran
las alcaldías de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Zihuatanejo, Coyuca y
Ometepec, así como las diputaciones locales y federales. No sólo, repetimos, consiguió el apoyo arriba, sino
que también se hizo del apoyo de las tribus locales más importantes.
Y sin embargo, pese a que hizo un trabajo de posicionamiento
y de alianzas, su trabajo no dejó espacios a sus enemigos para denunciarlo por
campaña anticipada. La denuncia que tiene, en el antes llamado IEEG, promovida
por el PRI, es más bien testimonial y no podrá frenar la carrera jaguaresca
hacia la gubernatura.
Sólo que ocurriera algo extraordinario, este escenario
cambiaría, en el poco tiempo que resta para los registros.
Acepto apuestas: zenon71@hotmail.com
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