TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
Cuando uno ve que un periodista, licenciado en ciencias de
la comunicación o en periodismo (oficiantes aparte, personas que estudiaron
otra cosa pero adoptaron el oficio de informar), cuya herramienta principal es
el lenguaje hablado o escrito, escribe “hay”, del verbo haber, sin h o, peor
aún, la palabra abierto anteponiéndole una “h”, y que el 80 por ciento o más de
quienes se dedican a esa profesión no conocen las reglas de ortografía y
redacción que debieran enseñar desde tercero de primaria, entonces se da uno
cuenta, por observación directa de nuestra propia profesión que la educación en
Guerrero está mal.
El que un periodista no sepa el uso correcto del lenguaje,
aun en el campo de la semántica y no solo en la ortografía, es como si un
médico no supiera usar el estetoscopio o el ingeniero las ecuaciones, porque se
trata de un profesionista que pasó varios años de su vida en las aulas.
Pero el hecho de que ese periodista no sepa lo que debe
saber es responsabilidad personal solo en parte, porque en lo fundamental lo es
de los maestros y las escuelas por las que ha pasado, en el entendido de que
las escuelas están formadas por maestros; en resumen es responsabilidad de malos
maestros.
Quizá por eso alguna vez el desaparecido ingeniero Rubén
Figueroa Figueroa, entonces gobernador de Guerrero, declaró que él no se
dejaría ni siquiera poner talco por algún egresado de la facultad de Medicina
de la UAGRO (hay que reconocer que en esa facultad las cosas han cambiado
diametralmente y hoy son muy competitivos).
Pero, regresando al caso de los periodistas, la ortografía
no la enseñan en la carrera profesional, porque se supone que el estudiante de
comunicación ya conoce el uso del lenguaje y que sus herramientas las adquirió
en la primaria y las afinó en secundaria, mientras que en bachillerato
profundizó en la cuestión ontológica o semiológica, pero resulta que no lo
trae… y ya es demasiado tarde.
El problema es que el sistema educativo mexicano es tan
corrupto que ha permitido que por ejemplo maestros recién egresados de las
escuelas normales, sin ninguna prueba de aptitud, reciban su plaza de manera
automática, pero más grave aún es el secreto a voces de que gente de todo nivel
compra o ha comprado plazas en educación primaria, hasta el intendente de la
escuela, aparece de pronto como profesor, cuando apenas sabe garabatear su
nombre, pero tuvo la fortuna de conocer a un funcionario al que le dio algunas
decenas de miles de pesos y éste lo convirtió en “maestro”.
Aunado a ello, es famoso en México el caso de los profesores
que obtuvieron su título en la Universidad de Santo Domingo, es decir, en
alguna de las imprentas de la plaza Santo Domingo en el centro histórico de la
ciudad de México, donde te titulan de lo que sea, por unos miles de pesos.
Bueno, pues no podemos ir por la vida diciendo que todo el
sistema está podrido y que si bien eso hicieron algunas personas que obtuvieron
de mala manera esas plazas, sin la mínima aptitud, quienes ahora los quieren
evaluar tampoco son unas lumbreras o hasta están peor.
Llegó el momento en que Guerrero entienda que tiene que
mejorar su nivel educativo, como único camino para el desarrollo, para la paz,
para la convivencia civilizada, y para ello se requiere de buenos maestros, y
por ende, el primer paso es evaluar a los actuales y ver quienes están aptos y
quienes no y depurar esa masa amorfa que se llama SNTE o CNTE o CETEG o SUSPEG,
para en el futuro, al menos los periodistas, sepan diferenciar la s de la z, o
de la c, la y de la ll, la v de la b, pero en general tengamos mejores
profesionistas, porque tuvieron buenas bases de formación en la primaria y
secundaria.
En ese sentido, negarse a la evaluación es querer seguir
nadando en el atraso y obligar a que aquellos que llegan a tener un ingreso
algo decoroso, piense mejor en enviar a los hijos a escuelas de Morelos,
Puebla, DF o hasta Monterrey.
2 Comentarios
Tengo la gracia o fortuna de ser maestro normalista y reconozco que no basta tener un titulo de maestro, también se requieren muchas herramientas de carácter pedagógico para facilitar el aprendizaje, en los aprendentes, pero eso no tiene nada que ver con la famosa reforma educativa, Chaufett, en nada se parece ni milimetricamente a los grandes secretarios de educacion, en nada conocen a Justo Sierra, Vaconcelos, menos a Torres Bodet, Bassols, Garcia Tellez, hoy tenemos tecnocratas que solo cumplen indicaciones del neoliberalismo, ni mas ni menos por eso, No mientras no se transformen las políticas educativas de evaluación con criterios eminentemente pedagógicos, estaremos enfrentando siempre el criterio burocrático mercantilista privatizadoras que prevalece desde que se implementaron las politicas neolibeales en México...
ResponderEliminarEstas pero rete pensativo estimado Julio Zenón en tu reportaje, culpas a los maestros de todo, acaso dijiste sobre la importancia de los padres de familia de que la educación viene de casa y en la escuela se reafirma nada más, dices que un periódista que no sepa las reglas ortográficas será culpa de los maestros, ahí te equivocas, entonces donde queda la responsabilidad de los estudiantes de estudiar y practicar las reglas ortográficas, por citarte solo un ejemplo nada más, y más los periódistas marca patito que de esos hay muchos en Guerrero que para hablar mal de alguién es fácil porque tienen la facilidad de decirlo, no todo es culpa de los maestros, cuando dices que el intendente compró plaza de maestro, no dices que esa persona se esforzó, estudió la normal básica, se preparó, y al final después de 4 años de estudió, sólo compró el espacio para poder trabajar de alguién que se jubiló, es como si se dijiera que los periódistas neófitos que tenemos en México, para poder escalar y llegar a ser alguién conocido, comprara un lugar para salir en la televisión en cadena nacional, por si no lo sabes esta muy difícil que alguién compre un título, porque al momento de solicitar la cédula profesional, pasa por muchos candados de seguridad donde nadién escapa a eso. Ahorita cualquier pendejo puede ser periódista, nomás estudía un cursito exprees y yá, sale con su microfono a ver que chisme escuentra en la calle. Así que no hables por hablar nada más sin un fundamento apropiado.
ResponderEliminar¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?