Los siete robles amarillos que están sembrados a lo largo del andador Zapata de esta ciudad capital, entre las calles de Madero y Galeana, pasado por la Galo Soberón, lucen descuidados porque no han sido podados desde que asumió la Presidencia municipal Marco Antonio Leyva (MAL).En cualquier otra ciudad del país, en otras latitudes del planeta, esta especie de árboles se eleva en parques, calles y jardines como parte fundamental de escenarios de belleza, pero en Chilpancingo son un espectáculo deprimente, dijo un escritor cuyo nombre por ahora no es posible revelar porque prefiere el anonimato.
La misma fuente señaló que si bien es cierto que el Ayuntamiento que encabeza MAL debe preocuparse por mejorar la imagen urbana de esta ciudad capital, también es verdad que los vecinos del andador Zapata deben hacer su parte en la conservación de ese mismo espacio peatonal que fue creado para que ahí la gente se sienta bien.
Es seguro que regidores, síndicos, funcionarios y el mismo alcalde caminan por el andador Zapata y se dan cuenta del estado en el que están los robles amarillos, pero se hacen de la vista gorda y no les dan mantenimiento, parecen árboles selváticos creciendo sin ton, ni son, añadió. (www.agenciairza.com<http://www.agenciairza.com/>)
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