Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO
La colonia Tierra y Libertad ha evolucionado, del terregal
que era hace una década a pequeña ciudadela con un solo circuito pavimentado
con concreto, numerosas callejuelas que no van a ninguna parte, sembradas de
rocas, troncos secos y cerdos y perros, que deambulan como transhumantes, hasta
llegar a tener una de las escuelas primarias más modernas, la Juan Escutia,
entregada este lunes por el secretario de educación, Esteban Moctezuma Barragán.
A la inauguración, después de los maestros y alumnos, que
madrugaron para tenerla limpia y ordenada, el sillerío en el patio bajo un gran
toldo blanco y afinado y ecualizado un sistema de sonido oficial, llegó la
presidenta municipal Adela Román Ocampo, toda vestida de blanco, y después de
ella el gobernador Héctor Astudillo Flores y el secretario Moctezuma Barragán.
Las caritas de asombro de los 192 niños y niñas de entre 6 y
12 años de edad, miraron subir casi corriendo a la primera edil, la empinada
escalera de unos 60 escalones, para llegar a la cima, donde hace años, junto a
un viejo tanque de almacenamiento de agua potable que cuando, como ayer, se
llena, tira parte de su precioso líquido por la unión de unas juntas mal
colocadas en el tubo de alimentación y de donde salen y serpentean por el aire unas
mangueras negras de pvc, que los vivillos han colocado para hacerse del
servicio sin paga, se ha colocado esta escuela primaria matutina, que al
principio era de madera y cartón y cada época de lluvias era una odisea
permanecer ahí estudiando.
Niños aplaudidores, felices de tener en su patio a las
autoridades, se sentían “como Cristobal Colón”, dijo el director al hacer emocionado
discurso, ante la población escolar y sus invitados, mirando cómo se consiguió la
reconstrucción, agregó el profesor.
Una madre con su niña dormida sobre las piernas, desde la
última fila de sillas, dijo entre dientes que “hasta que se hizo algo bueno; no
que antes puras promesas”, mientras el titular del IGIFE, apuntaba, por medio
de un video –gobierno amante de la tecnología ya ahorra a los funcionarios la
molestia de memorizar discursos- que la reconstrucción se logró por un fondo
que dejó etiquetado el anterior gobierno federal, para que lo ejerciera el
gobierno del estado. La alcaldesa, sin embargo, no desaprovechó la ocasión para
destacar los más de 500 millones de pesos que para obras en colonias marginales
destinó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Hoy no solo tenemos escuela nueva, también llenaron el
tanque; hay agua como para una semana”, dijo doña Jovita, mientas veía de lejos
a la presidenta municipal, cuya fresca vestimenta blanca –combinada por tres
collares de perlas que le colgaban del cuello- se movía al son del viento que
sopla en esa colina, de la parte alta de la colonia Zapata, la famosa Zapa,
donde se han ido creando decenas y decenas de barriales, casi sin servicios, a
los que la democracia y los acarreos electorales aún les queda a deber.
“Lo bueno que viene sin guaruras”, dijo otra señora, “es como
López Obrador”, agregó, mientras la presidenta respondía preguntas sobre los
cortes de luz de la CFE a la CAPAMA y recordaba feliz su participación en la
concentración de un día antes en el zócalo de la Ciudad de México, para
festejar el primer año de gobierno de AMLO.
“Vengo muy emocionada”, se le oyó decir, antes de ir
corriendo a recibir a Moctezuma y Astudillo, que ya estaban terminando de subir
y daban la mano a pequeños que se encontraban a su paso.
Quizás porque el sol aún no asomada o por su clima subhúmedo
que oscila entre los 22 y 28 grados, la concurrencia se veía fresca allá en lo
alto de esa colonia que tuvo entre sus fundadores al finado poeta universitario
Iván Ángel Chávez.
La escuela será seguramente un refugio en caso de desastre,
construida en concreto, en la parte más alta, junto al tanque de agua potable,
aunque abajo y a su alrededor, pululen las casitas de madera, lodo y lámina
enchapopotada, paisaje al que alguna vez le escribió el poeta Ángel Chávez:
“Tú sólo eres un yerto campo de batalla, un despeñadero sin
fin de cadáveres sin nombre, eres la vergüenza vestida a la moda, el discurso
vacuo en la plaza, mi pesadilla, mi histeria, mi abrazo de serpiente. Por eso
te odio y me orino en tus programas, y te miento la madre y te declaro la
guerra…” (IACh)
Y es que, aunque aún abundan los negocios sin nombre, en
Tierra y Libertad ya hay una escuela de concreto, escaleras de concreto y, aunque
sea, una larga calle de concreto que facilita la entrada y salida de lo que
antes fuera un agujero.
Antes de irse la presidenta municipal repartió muchas
sonrisas, recordó a Francisco Villa, que contra lo que pudiera pensarse pagaba
primero a los maestros que a los generales y les dejó la reflexión de que “una
república no se construye en la ignorancia”, para destacar su fe en que la
educación cambiará el rumbo, no sólo de Tierra y Libertad, sino de todo México.
Los niños volvieron a sus aulas, los maestros a sus clases,
los funcionarios se fueron y la sordidez se quedó, como antes, rondando por
esas calles de la alta Zapata, aún hay mucho qué hacer, dicen que murmuró la
alcaldesa al subirse a su camioneta.xxx
JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista y escritor. Licenciado en ciencias de la comunicación por la UAGRO y maestrante en Ciencia Política por el IIEPA-IMA; Editor de Trasfondo informativo desde 2011. Columnista en La Jornada Guerrero, Enfoque informativo y en Redes del Sur; ex corresponsal de Notimex, ex jefe de periodismo de investigación de Novedades Acapulco y ex jefe de información de Enfoque informativo. Visítanos en www.facebook.com/trasfondoinformativo, Escríbenos a zenon71@hotmail y recibe toda la información en tu correo totalmente gratis.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?