Por Julio Zenón Flores Salgado
Las andanzas del regidor de Morena, Andrés Alaín Rodríguez
Serrano, evidenciado públicamente en redes sociales al ser sorprendido por
policías de Acapulco en estado de ebriedad y violando el reglamento de Tránsito, la noche
de este miércoles 22 de julio, en la principal avenida del puerto, son una
muestra que las cosas en la elección del 2018 no se hicieron bien y que es lo
que se tiene que evitar en el 2021, sostiene quien fuera el representante de
ese partido ante el Instituto Electoral de Participación Ciudadana (IEPC),
Sergio Montes Carrillo.
Su caso, explica Montes Carrillo,
es similar a lo que ocurre en 64 municipios de Guerrero que no fueron electos por las
asambleas municipales, como manda el estatuto del partido, sino en base al
acuerdo entre los dos que en ese momento disponían todo en el partido: Pablo
Amilcar Sandoval Ballesteros y César Nuñez Ramos, actuales delegado y
subdelegado, respectivamente, de los programas federales en Guerrero.
Lo que vemos, abunda, es una forma de la kakistocracia, es
decir, el gobierno de los ineptos y de los cínicos, “de los peores”, según los
griegos, porque al no realizarse las asambleas, los candidatos fueron electos por
listas presentadas por Sandoval Ballesteros y Núñez Ramos, de entre sus
conocidos, amigos y parientes, en vez de dejar que la militancia hiciera la elección
en las asambleas municipales.
“Y eso pasó en 64 municipios del estado, donde no se
realizaron asambleas municipales, con el pretexto de que no había condiciones
para ello, por la situación de violencia existente en ese tiempo en el estado”,
precisa el abogado y agrega que donde sí se realizaron éstas, como en
Chilpancingo e Iguala, fue “porque los militantes no estuvieron de acuerdo con
la forma en que los líderes se querían repartir los espacios”.
El comportamiento del regidor Alaín Rodríguez no es el adecuado,
provoca que la gente se esté pitorreando de los representantes populares de
Morena en vez de estar hablando del cambio, de las políticas públicas, de los
principios del partido, expresa en la entrevista telefónica Montes Carrillo. “Se
perdió la oportunidad de elegir a ciudadanos que represaran la transformación”,
lamenta.
Recordó, asimismo, que el mencionado regidor -recordado
también por haber insultado públicamente a la diputada de Morena Yoloczin
Domínguez y por presumir la grabación en cristal de su inexistente puesto de “Primer
Regidor”- llegó a la lista de regidores por propuesta directa de Pablo Amilcar
y se deslinda, de su padrinazgo: “niego rotundamente que yo lo haya propuesto,
aunque era del equipo jurídico al que yo también pertenecía; en ese caso mejor
me hubiera propuesto yo, pero como ven no me tocó ninguna posición”.
Por otra parte, el ex representante de Morena ante el
IEPC-GRO, reconoció que estuvo correcta la denuncia que interpuso el edil ante
el Ministerio Público, ya que se violaron sus derechos humanos al exhibirlo en
las redes sociales, en vez de detenerlo y de aplicarle alguna sanción
administrativa, por la infracción cometida.
Alertó en el sentido de que así como alguien subió el video
a las redes sociales exhibiendo al regidor de Morena, así podría ocurrir con
los ciudadanos y exponerlos al escarnio público.
Más allá de exhibirlo, de pitorrearse, hace falta que la
ciudadanía reflexione sobre la obligación de la autoridad de aplicar las
sanciones respectivas, asentó. “No basta pitorrearse, como sociedad debemos exigir
que los que gobiernan sean los primeros en respetar la ley, pero también, como ciudadano,
me gustaría saber qué hacen los regidores para salir del problema de COVID, qué hacen
para resolver el problema de CAPAMA, cómo apoyaron los comedores comunitarios,
cómo aplican el presupuesto, cómo combaten la corrupción; me gustaría ver que
el ciudadano se preocupara por eso y no sólo se pitorreara”, señaló.
La experiencia que nos queda, al ver ese tipo de
comportamiento, es que el partido en su vida orgánica perdió la oportunidad de
establecer un control sobre las autoridades electas en el 2018, tenerlas
supervisadas, vigiladas, para evitar desviación de los principios del partido, como
el de erradicar prácticas del viejo régimen , comportarnos como una nueva clase
política, que se podía realizar un cambio, entender la política como el arte
para ayudar a la gente no para enriquecerse, al no tener un partido con vida
orgánica se pierden las oportunidades y no solo en Acapulco, se explayó el
entrevistado.
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