Por Julio Zenón Flores Salgado
Armando Ríos Piter, ex diputado federal, ex senador y ex
funcionario estatal del gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, tuvo una desafortunada
bienvenida en las redes sociales, a su regreso a la actividad política, luego
de que desde el 2018 se había refugiado en la vida privada y en algunas
actividades académicas.
De la mano del coordinador estatal del partido Movimiento
Ciudadano (MC), Adrián Wences, el político oriundo de Tecpan de Galeana, en la
Costa Grande de Guerrero, se presentó durante la mañana de este miércoles, como
el probable candidato a la presidencia municipal de Acapulco, aunque la
filtración de sus actividades en la siguientes horas que incluyeron recorridos
por Tierra Colorada y Costa Grande, parecían corroborar la idea de que los
dirigentes del partido naranja le ven madera como para más, como para candidato
a gobernador en el 2021, en una coyuntura en la cual carecen de cuadros
reconocidos o con presencia popular, tras la salida del empresario Luis Walton
Aburto, hombre que regenteó el partido varios años y que se preocupó porque no
existiera nadie que le hiciera sombra y lo convirtió en una institución unipersonal,
hasta que Dante Delgado ya no lo pudo controlar y se dijeron adiós.
Sin Walton en sus filas, el partido que parecía una empresa más
del imperio del gasolinero y émulo tropical de Rupert Murdoch, se quedó sin
figuras que le pudieran representar alguna posibilidad de contender al menos
por regidurías en Acapulco y mucho menos por una gubernatura, lo que seguramente
les llevó a poner sus ojos en Ríos Piter, un aparente hombre de izquierda con formación
neoliberal, a quien la suerte política abandonó a principios del 2015, cuando siendo
puntero de todas las encuestas se negó a ser candidato del PRD, argumentando
que la dirigencia perredista le pretendía imponer un pacto de impunidad hacia
el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, defenestrado del poder estatal tras el
ataque a estudiantes normalistas de Ayotzinapa que terminó con la desaparición
de 43 de ellos.
Ríos Piter regresó al senado, tras rechazar abanderar a su
entonces partido y dos años después se declaró independiente para terminar en
el 2018 apoyando al candidato del PRI, José Antonio Meade.
Las redes sociales fueron implacables con él, una vez que se
difundió que se integraba a MC y anunciaba que existían altas posibilidades de ganar
Acapulco para el partido naranja en el 2021. El panorama general fue de
rechazo, aunque no se prevé que ese rechazo tenga alguna influencia práctica ni
en MC ni en Ríos Píter, pues al venir a Guerrero a anunciar su regreso a la
política, lo más seguro es que haya sido como parte de un plan mayor, en el
cual él sólo es una pieza, para conseguir un resultado mayor.
El mismo Jaguar adelantó un poco al señalar que si MC ganara
Acapulco se avanzaría en la posibilidad de ganar la gubernatura de Guerrero,
dada la estratégica posición de este municipio en la correlación de fuerzas
estatal.
Bien visto, la candidatura del jaguar Ríos Piter por MC, en
solitario, si bien tiene pocas posibilidades de salir triunfante si puede
atraer una cantidad de votos que se le debe restar a algún otro lado, en ese
sentido, la intención de postularlo puede ser la de atraer a una parte del voto
indeciso, que hasta la fecha no se ha manifestado por alguno de los partidos o
candidatos existentes, evitando así que ese sufragio volátil se decante por ¿La
oposición? Actuando de esa manera para beneficiar al partido de López Obrador.
Y es que si le dijeron que MC podría ganar Acapulco, le
informaron mal. Ese partido alguna vez ganó el puerto, pero por el aval que le
dio el PRD, aval que ahora el partido del sol azteca tendría que reclamar en
reciprocidad, para que junto con su otro aliado, el PRI, se estuviera en
posibilidades de arrebatar este municipio insignia a los morenistas.
Así las cosas, es previsible que el tecpaneco venga a
Guerrero de la mano del partido en el poder federal, lo cual no es nada
extraño, si se considera que así fue utilizado por el peñanietismo en el 2018,
aunque con malos resultados, como seguramente se repetirá en el 2021.
Quien debe sentirse preocupado por la presencia del Jaguar
en Guerrero, máxime si se quedara como candidato de MC en Acapulco, es el casi
seguro candidato del PRD a la presidencia municipal porteña, el regidor Víctor Aguirre
Alcaide, quien contaba con poder atraer hacia su persona a una parte del voto
de morena desencantado con los resultados de sus gobiernos y se perfilaba como uno
de los aspirantes con mayores posibilidades de ganar la alcaldía.
Lo que si no se puede dejar de decir es que, pese al regreso
sin gloria del avejentado Jaguar, resulta ser una pieza del ajedrez, movida
inesperadamente y que puede cambiar el resultado del partido.
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