“Nunca la clase política machista ni la prensa machista, estarán satisfechos de los resultados del ejercicio del gobierno de las mujeres” Jerónima Toledo, alcaldesa de San Cristóbal de Las Casas"
Por Julio Zenón Flores Salgado
Cuando la lucha por la candidatura a la gubernatura de
Guerrero por Morena parecía definirse únicamente entre dos hombres, el senador
Félix Salgado Macedonio dos veces candidato a gobernador por el PRD y ex
alcalde de la ciudad más importante de la entidad y el ex superdelegado Pablo
Amílcar Sandoval Ballesteros, vino a Acapulco un grupo de mujeres de México a
reivindicar la urgencia de que el género femenino asuma el poder en los
gobiernos de la cuarta transformación…y la alcaldesa Adela Román Ocampo, volvió
a tomar impulso y su nombre apareció nuevamente en la terna con mayores
posibilidades de abanderar en el 2021 a ese partido político.
Mientras el ex delegado Pablo Amílcar atrajo los reflectores
al ser señalado de incurrir en actos anticipados de campaña por la colocación
de espectaculares que insanamente la crítica tasó en más de 200 y que fue
aclarado por el tribunal electoral que señaló que sólo halló 35 y que habían
sido colocados por una revista y no por el aspirante, las decenas de mujeres
reunidas en el primer congreso por México, en el viejo palacio municipal
debatían sobre cuáles son las características de un gobierno femenino y porque
son convenientes para las clases más desprotegidas.
Mientras el senador con licencia Félix Salgado se tomaba con
cierta calma nerviosa el llamado del presidente del consejo estatal de Morena,
José Enrique Saucedo, para que se busque otro partido si no le concede
importancia a la marca y presencia del partido, ellas hablaban “como en
alcohólicos anónimos” donde se cuentan sus historias, de la violencia política
de género y los años que han tenido que pasar para que se respeten los derechos
políticos de las mujeres.
En ese escenario observado como en tres pistas al unísono,
están los tres: Félix, el super conocido luchador social guerrerense; Amílcar,
el hombre heredero de las convicciones de izquierda y representante del sector
de “los puros” de Morena, y Adela, la punta de lanza de las mujeres de la 4T.
Engolosinados, el senador Salgado Macedonio en su gran
posicionamiento estatal y el ex delegado Amilcar por la vuelta que le dio el
tribunal a las acusaciones que le lanzaron por los espectaculares, no vieron la
importancia de esa reunión de mujeres de la 4T, que reclamaban un espacio para
una de ellas en la contienda interna, el derecho a medirse con los varones y a
ser considerada en razón de género, a 54 años de que ellas conquistaron el
derecho a votar y ser votadas.
Algunos nombres de las que estuvieron ahí, alcaldesas,
diputadas, senadoras, regidoras, funcionarias, activistas, como Abril Torres
Hernández, Antares Vázquez Alatorre, senadora de la república por Guanajuato,
Selene Lucia Vázquez Alatorre, activista de derechos humanos, Armida Castro
Guzmán alcaldesa de Los Cabos, vicepresidenta de la AALMAC, María del Rosario,
presidenta municipal de Navojoa, Ester Araceli Gómez, del CEN de Morena y
delegada para la operación de los órganos partidarios en Guerrero, Juanita
Guerra, diputada federal y presidenta
de la Comisión de Justicia, Mariana Gutiérrez Escalante,
presidenta municipal de Tecamac, Lidia Lucía Aguilar Cortez, de atención a
población vulnerable del sistema nacional DIF, Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa
(de manera virtual) y Ernestina Godoy, procuradora de la CDMX (también de
manera virtual), tal vez digan poco o digan mucho, pero hubo una que dijo lo
que la alcaldesa Adela Román debió escuchar como una revelación: Jerónima
Toledo Villalobos, alcaldesa de San Cristóbal de Las Casas.
La indígena zapoteca recordó que como muchos otros derechos,
el derecho al voto de las mujeres tuvo que ser conquistado y el Estado se vio
obligado a reconocerlo, pero que eso no implicó que se aplicara de inmediato,
sino que eran los hombres los que lo hacían por ellas y por eso, señalaba que es
una lucha que aún no termina, ejercer el derecho a votar y ser votada, porque
una cosa es llegar y otra cumplir con el encargo, “es una lucha por permanecer,
estar y justamente dignificar el papel de la mujer”, por no dejarse derrotar en
una sociedad machista frente a la oposición “y ante los compañeros de partido,
porque es una realidad: “el fuego amigo a veces es más fuerte, a veces, en
nuestro propio partido”.
Adela Román debió poner mucha atención cuando Jerónima
relató ante sus compañeras, como en catarsis, que “enfrenté en el cabildo a mis
compañeros regidores que me impedían cumplir con mis deberes y tuve que ir al
tribunal electoral a interponer un juicio para la protección de mis derechos
políticos electorales de género” y relató la violencia política que sufrió y el
viacrucis de ser precandidata, en “una lucha contra los varones que deseaban la
candidatura, que impulsaban que se definiera por el género masculino”.
Aunque no lo dijeron en la parte pública del evento, en lo
corto, hubo muchas muestras de solidaridad hacia la alcaldesa de Acapulco y
muchas expresiones enérgicas que le dijeron que tenía que mantenerse en la
lucha por la candidatura y que aseguraron que moverían sus contactos en el
partido para generar un movimiento a favor de que en Guerrero sea mujer.
Quien sabe hasta dónde alcance la solidaridad y sororidad
femenina y hasta dónde esa afectividad femenina camine en el filo para no
afectar el derecho que también tienen los hombres, pues no son responsables
éstos que la historia haya caminado así y le haya dado siglos de prioridad
masculina, pero si es un hecho que Román Ocampo recibió ahí un fuerte impulso
que no ha sido aún evaluado suficientemente por los equipos de Félix y de Amílcar,
que ya sentían que la lucha por abanderar a Morena en el 2021, solo era entre
dos y era un asunto de hombres.
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