Por Julio Zenón Flores Salgado
La visita a Acapulco del senador morenista Radamés Salazar,
hermano del subsecretario de gobierno federal Rabindranath Salazar Solorio, ha
sido considerada, en algunos círculos, como un duro golpe para el futuro
político de la alcaldesa porteña Adela Román Ocampo.
En algunos círculos cercanos a la primera edil, se habla
incluso de que el senador vino a dar el tiro de gracia a Román Ocampo, aduciendo
el impacto que tendría el hecho de que el principal aliado interno de la
primera edil y uno de los que se atribuye haberla propuesto como candidata al
cargo que ahora ocupa, Eloy Cisneros Guillén, haya coincidido en una reunión
con Radamés y con el joven aspirante a la alcaldía Yoshio Ávila González.
Y es que según nuestras fuentes en esa reunión la mayoría de
los dirigentes del Frente Progresista de Guerrero, que dirige Cisneros Guillén,
coincidió con el joven aspirante, incluyendo René Vargas Pineda, el regidor
Manuel Cruz Avilés y el dirigente de la CTM progresista, Rodrigo Ramírez Justo,
padre de la actual secretaria de desarrollo social del gobierno municipal,
Milly Janeth Ramírez, entre otros.
De ese frente progresista otros personajes importantes como
el profesor universitario Adolfo Plancarte Jiménez, Pablo Brígido y Norberto Refugio
Chamú, ex director de desarrollo rural de Acapulco, han sido vistos en eventos
públicos apoyando a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, en tanto que otros antiguos
miembros del equipo de la alcaldesa como el ex director de Imagen Urbana y la
ex directora de Cabildo Infantil, Miguel Navarrete y Sheila Pichardo, respectivamente,
también marcaron distancia y se sumaron al proyecto de Yoshio Ávila.
Las cosas se ha vuelto complicadas para la primera edil de
Acapulco, pues si bien la mitad de los ediles de Morena estaban en una abierta
confrontación con ella casi desde el principio de la administración, tenía el
apoyo prácticamente incondicional del profesor Eloy Cisneros y el Frente
Progresista, en el cual son miembros destacados dos regidores, uno de ellos,
Manuel Cortés, que ayer decidió, según las versiones filtradas de la reunión
privada con el senador Radamés, integrarse al proyecto de Yoshio Ávila, en
tanto que la regidora Patricia Batani, que también fue invitada a esa reunión,
prefirió disculparse, pues al parecer esa se mantendrá fiel al proyecto de
Román Ocampo.
En realidad, el tema de Eloy Cisneros Guillén debe de
haberse venido cocinando desde meses atrás, ya que fue en julio cuando
integrantes del Frente Progresista lo destaparon como su candidato a la
gubernatura del estado, lo cual ya chocaba con la abierta búsqueda de esa
candidatura por la alcaldesa Román Ocampo, y representaba al menos una fisura
importante en esa organización.
El Frente Progresista no ha dado muestras de tener una
capacidad de movilización masiva, pero sí aglutina a cuadros de la izquierda
histórica de Acapulco, lo cual le da una gran calidad moral y eso hace que su
respaldo tenga un peso importante en las instancias nacionales de Morena.
Si se ahonda en el análisis de las circunstancias que ahora
se ven adversar para quien se considera la mejor candidata mujer que pudiera
tener Morena a la gubernatura del estado, se podrá observar que por otra parte
ya se asoma también su otro aliado, Marcial Rodríguez Saldaña, con aspiraciones
propias a la candidatura del gobierno estatal, alimentado por la posibilidad de
que su amigo y aliado de muchos años, Porfirio Muñoz Ledo, gane la presidencia
nacional de ese partido y pueda consolidar la alianza con Rocío Bárcenas,
delegada nacional del partido de López Obrador en Guerrero.
La construcción de un proyecto propio de Rodríguez Saldaña
debilita el proyecto estatal de Adela Román, como lo debilitó de manera
contundente la lamentable muerte de otro de sus impulsores como primera edil,
César Núñez Ramos, quien por cierto se coordinaba con Radamés y Rabindranath y
César Yáñez, del equipo presidencial más cercano a AMLO, al igual que Eloy
Cisneros Guillén.
Visto de conjunto el panorama, pareciera que se fortalece la
posibilidad de que Yoshio Ávila tenga los acuerdos y las alianzas necesarias
para poder convertirse en el candidato de Morena a la alcaldía de Acapulco, para
lo cual tendrá que medirse en una encuesta mixta abierta con la diputada
federal Abelina López Rodríguez, el síndico municipal Javier Solorio Almazán y
la propia Adela Román, quien ha dicho que de no ser candidata a la gubernatura
pudiera buscar la reelección, para lo cual necesita, por supuesto, ser
postulada por Morena, ya que el otro partido de la coalición, el PES, perdió el
registro y al recuperarlo ya es, legalmente, otro partido y está obligado a ir
por su cuenta, con candidato propio.
Por otra parte, la presidenta municipal de Acapulco ha demostrado
de qué está hecha, en circunstancias muy adversas y ha podido mantener la
gobernabilidad en alianza con los regidores priistas, del PT y del PAN, por lo
cual no es de dudarse que se crecerá ante esta nueva coyuntura que no le es
favorable y encontrará los espacios para salir adelante con su proyecto que ya
debe estarse adecuando en su cuarto de guerra a las actuales circunstancias.
Si bien parece difícil mantener la aspiración a la gubernatura
del gobierno estatal, en donde la carrera se ha centrado entre Pablo Sandoval y
Félix Salgado, y la reelección no aparece como un lecho de rosas, su capacidad
de conducir un barco en aguas agitadas, permite avizorar que Román Ocampo no se dará por vencida y reordenará sus fuerzas, reenfocará sus alianzas y no hay que descartar que resurja... aunque queda muy poco tiempo para su reorientación estratégica.
2 Comentarios
El maestro Eloy, se está reuniendo con diferentes cuadros político, solo buscando la unidad de la izquierda no en apoyo a alguien en especial. Feliz sábado
ResponderEliminarGracias por el comentario. la forma en que se mueve la clase política nos obliga a ser suspicaces.
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