Gallery

header ads

La resiliencia femenina, para un PRI en la adversidad

Por Julio Zenón Flores Salgado 

El PRI de Acapulco, como el de todo el país, que llega a la competencia electoral del 2021, no es el mismo que el de finales del siglo XX, tan cercano, aunque en realidad ese PRI ya no es el mismo desde que perdió la presidencia de la república en el año 2000, precisamente en el límite del siglo XX con el XXI, cuando Vicente Fox Quesada, un empresario guanajuatense a quien muchos identificaron con el personaje campirano que protagonizaba una famosa marca de cigarros, interrumpió el dominio tricolor de varias décadas en la política mexicana, en una extraña coincidencia con el pronosticado fin del mundo digital como se conocía y la locura de la informática por el 00 del cambio de milenio. 

Una primera vista, arroja un partido tricolor casi desdibujado en el puerto, luego de venir perdiendo las elecciones sucesivamente, con excepción de la del 2008, y una historia de postulaciones de candidatos que denotaron la búsqueda de recuperación de espacios, más que de construcción de una identidad o de algún intento de autocrítica que les permitiera retomar su camino de victorias del siglo XX, cuando nadie podía arrebatarles el poder. 

Viene a la memoria un candidato que se ofertó con manos limpias y así se fue, limpio, sin radicación en el municipio, sin trabajo político, sin militancia…sin votos. 

Buscaron a un doctor no identificado con el tricolor, que hizo un gran esfuerzo, arañó el triunfo con una buena cosecha de votos, pero tampoco se quedó. Luego vino un jovencísimo empresario, con mucha energía, sin arraigo en el PRI, pero con mucho empuje que le llevó a una gran campaña, pero a un mal resultado. 

Las cosas no le han resultado bien al tricolor, en lo que va de este siglo, y posiblemente se han estado tomando malas decisiones, pero nadie ha hecho un análisis profundo de ese partido inherente a la vida política local y ha mantenido, como su edificio, una sobrevivencia inercial, excepto por el trabajo personal de algunos de sus militantes, como su senador Manuel Añorve, que a pesar de moverse en las ligas nacionales no deja de recorrer colonias y poblados acapulqueños (además de otros municipios guerrerenses), la regidora Rosaura Rodríguez, que se mantiene activa, sobre todo en la zona rural, el regidor Miguel Terrazas Irra, la regidora Natividad Rodríguez Chino, que ha defendido a uñas y dientes su espacio sindical en la burocracia y Ricarda Robles, que ha oscilado entre el PRD y el PRI. 

Los que luchaban cada trienio por la candidatura tricolor a la alcaldía, se escurrieron por algún lado: Rodolfo Escobar y Fermín Alvarado, siempre cerca, pero finalmente hechos a un lado, esta vez no aparecen en el radar de quienes analizan las personalidades que pudieran participar en el próximo proceso electoral. Mientras, los últimos dos candidatos del otrora partidazo, Marco Antonio Terán Porcayo y Ricardo Taja Ramírez, ya son ubicados cerca de otros partidos políticos. 

En el 2020, sólo aparecía en el horizonte la posibilidad de una mujer que encabezara la lucha por recuperar la alcaldía: Julieta Fernández Márquez, ex diputada local, ex diputada federal y ex presidenta del DIF local y actualmente activista de los derechos de los niños y niñas y dura adversaria de la pederastia y pornografía infantil, así como de los excesos oficiales en cuanto a la educación sexual a los menores de edad…pero su fortaleza, su esposo Añorve Baños, parecía también su mayor debilidad, pues él senador también aparecía como el más probable candidato a gobernador por su partido y eso, en un partido donde la política es entendida como la posibilidad de compartir espacios, es una limitante. 

Por eso causó sorpresa la mención de Erika Lührs Cortés, la actual directora de comunicación social del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien en los últimos cinco años ha estado en todo el estado y ha aparecido como parte del primer círculo del mandatario estatal, mostrando tal lealtad a su jefe que se le vislumbraba terminando la administración junto a él…o en un espacio plurinominal y no en una contienda abierta. 

Erika Lührs, mencionada como posible candidata por Acapulco, por el periodista Roberto Ramírez, tiene, sin embargo, capital político propio para pelear y ganar en una elección; tiene experiencia, pues ya ha sido diputada local a la LVIII legislatura, donde hizo amistad con media docena de personajes políticos de diversos partidos políticos que se mantienen activos y que pudieran ser sus aliados en un momento determinado; ha sido secretaria de Desarrollo Social y secretaria de turismo de Acapulco, lo que le ha permitido conocer los dos polos, la pobreza y la zona vacacional y, ha estado al frente de una dependencia federal regularizadora de la tenencia de la tierra. 

En un panorama en el que incluso al dirigente municipal, Sofío Ramírez Hernández, lo tuvieron que traer de otra parte del estado, Ramírez Bravo nos ha hecho ver lo que estaba a la vista y algunos no veíamos: Erika Lührs, antes apoyada por Manuel Añorve Baños, ahora en el ánimo del gobernador Astudillo, con una amplia exposición mediática, sin señalamientos públicos negativos, podría ser una buena candidata del PRI (aunque sería aún mejor si mostrara un poco más de generosidad a quienes han estado cerca de ella) para luchar por recuperar Acapulco y darle buena pelea a Morena, que buscaría la reelección de la actual alcaldesa o volver a ganar con un varón y cuya marca domina el escenario presente, y al PRD, que no ha definido candidato, pero tiene ya en Víctor Aguirre Alcaide a un aspirante muy adelantado. 

Sería una buena pieza, para enfrentar la adversidad tricolor.

Publicar un comentario

0 Comentarios