Por Julio Zenón Flores Salgado
El presidente de la asociación civil Va por Acapulco,
Vicente Ávila ha decidido echar toda la carne en el asador y se reunió este
jueves con el presidente estatal del PRD, Alberto Catalán Bastida, quien lo
recibió en las instalaciones del partido en la capital del estado.
Dicen fuentes cercanas a la directiva de ese partido señalan
que el líder social, se ha metido a la lisa electoral con un intenso trabajo de
territorio, tanto en colonias, como con organizaciones sociales, impulsando una
política de solidaridad y trabajo mancomunado similar al tequio, arraigado
desde tiempo inmemorial en las zonas campesinas de Guerrero y Oaxaca, que da
una idea de comunismo primitivo, donde la gente “pone el hombro” para ayudar a
un igual y entre todos se van ayudando, una singular forma de trabajo que hasta
hace poco fue retomada por los promotores culturales del gobierno federal, pues
además del rescate de una tradición mexicana solidaria es muy práctica para lo
que se ha denominado el quinto poder, es decir, el poder del gobierno en
conjunto con la sociedad civil.
El tequio es conocido tanto por personas que han vivido en
el campo, como por políticos de Guerrero que han recorrido la entidad varias
veces, entre ellos el ometepequense Ángel Aguirre Rivero, quien como se sabe es
el jefe político de Catalán Bastida, a quien no le desagradó reunirse con
Vicente Ávila.
Ávila no hizo el viaje a Chilpancingo como simple
pasatiempo, sino que llevó estudios demoscópicos que lo colocan como uno de los
líderes sociales ya posicionados en el imaginario popular y sin negativos, para
plantear con seriedad que aspira a convertirse en el candidato del PRD para
contender por Acapulco.
El método de trabajo utilizado y la dinámica que trae el
electorado de no otorgar su confianza como cheque en blanco a miembros de la
vieja clase política, le ha abierto la puerta este singular personaje que desde
la sociedad civil plantea, antes que participar de manera independiente, lo que
le metería en engorrosos trámites, aterrizar en una corriente del PRD y
seguramente será IPG de Ángel Aguirre, con quien parece entender bien.
En ese sentido ya se le ha visto que ha sostenido encuentros
con Rogelio Hernández, con Javier Aguirre, entre otros y de manera
institucional con el presidente del partido Alberto Catalán.
Aunque se puede, de antemano, señalar que hay elementos para
un acercamiento real de esa corriente con Ávila, hay que esperar a que se
difunda el resultado de esa reunión, pues de concretarse el amarre, Vicente
representaría a IPG y buscaría medirse contra el regidor Víctor Aguirre
Alcaide, que no canta mal las rancheras y que está apoyado por la expresión de
Nueva Mayoría de Evodio Velázquez.
Veremos que sucede, en las siguientes horas.
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