MIRADA INTERIOR
(Cuarta parte)
Tiempos de confinamiento: las mascotas
Por: Isaías Alanis
A Jonatan Tapia
Debido a la falta de convivencia familiar, soledad, abandono, de miles de seres humanos, sobre todo en países desarrollados, han recurrido a las mascotas como refugio existencial y afectivo; boas, pericos, cocodrilos, zorros, hurones, tejones, cuyos, guacamayas, gatos, perros son mantenidos en departamentos y casas. En tiempos terribles de pandemia, se suma a la crisis económica, la humana; el terror por el Covid que ha borrado del mapa a más de un millón de personas en el mundo y las vacunas experimentales estan a punto de ser aplicadas a humanos en diversos continentes.
En este escenario trágico pandémico, hablaremos del “mejor amigo del hombre”, el perro, en ocasiones con escalofriantes consecuencias por ataques a sus amos. He escrito narraciones desde hace quince años sobre estos casos, obviamente dándole un giro literario a los hechos reales. Mucha gente tiene en la azotea a un buldog, bullterry, perros de pelea, estresados, con dolencias que de un momento a otro atacan a niños y jovenes, incluyendo al amo. Pero lo más peligroso ademas de ataques y codependencia enfermiza, son las enfermedades que transmiten a los humanos. Y México es una de las naciones con mayor cantidad de perros, ya sean libertos o con dueño en América Latin, tenemos 19 millones de canes. Pese a la reciente existencia de clubes, asociaciones para la protección de los animales callejeros, abandonados y métodos de adopción, el problema es muy grave.
Una enorme cantidad de dueños de perros, los sacan a defecar a las calles, sin recoger las heces. Otros si lo hacen. La población de canes callejeros defeca al aire libre, ocasionando enfermedades y problemas ambientales y de salud pública. En la Cdmex, media tonelada de excremento diario se queda en la ciudad defecado por 200 mil perros, según el INEGI.
En otros casos, existe el regimen de “tenencia responsable”. “el concepto de tenencia responsable no es precisamente lo que más prevalezca, por lo menos para nuestro país. ¿Qué implica ser un dueño responsable? Que si tengo un animal de compañía, tendría que estar al pendiente de todas sus necesidades, por un lado, pero también de los problemas que genera, y uno es la producción de heces. Un dueño comprometido tratará que ese problema no ocurra, ni siquiera en la calle o cerca al lugar en donde esté el animal”, lo afirmó el doctor Alberto Tejeda Perea de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM.
Otra modalidad son los perros restringidos, limitados a un expacio: departamento, casa, etc., y semi restringidos, que tienen dueño, pero afectan el espacio de otros, ya sea vecinos de unidades habitacionales, condominios, calles aledañas y familias enteras, y los ferales, que viven en libertad, cazan y habitan basureros, lejos de centros urbanos. Las heces al estar expuestas al aire libre tienen emanaciones que afectan a niños, adultos y son altamente portadores de parasitos y bacterias.
PARASITOS EN LOS PERROS
La mayoría de estos son transmisibles al humano como la toxocariosis, producida por el Toxocara canis, transmitida por la materia fecal de los perros y su fase larvaria se encuentra en las heces: “Esa fase tiene que incubarse en el ambiente, entonces, al dejar el excremento expuesto a las condiciones de oxígeno, humedad y tierra, provoca que la fase infectante de un parásito pueda ser ingerida por el humano”, como lo “explica la doctora Yazmín Alcalá Canto de la FMVZ de la UNAM. “Los niños que juegan en el jardín de la casa, parque, donde hay excremento de perro, pueden adquirir el parásito por vía cutanea, o al jugar en el cesped y llevarse las manos a la boca. Este parásito provoca; “distensión abdominal, problemas gastrointestinales crónicos y ceguera. Al emigrar la larva en el organismo humano ataca la cámara ocular, el hígado y una infección conocida como un tipo de cancer llamado retinoblastoma.
Otra enfermedad transmitida por perros es la ancylostomosis, producida por el parásito, Ancylostoma caninum, y tiene la capacidad de penetrar por la piel. Otro parásito es el Giardia que provoca problemas “gastrointestinales severos, diarreas crónicas, colitis crónicas tanto en los perros como en humanos, al igual que Cryptosporidium. Estos parásitos son muy graves para la salud, ya que los huevos, flotan en el aire que respiramos. Además de transmitirnos enfermedades parasitarias los perros pueden provocar enfermedades virales como la rabia y bacteriales, como la leptospirosis que provoca problemas renales y aborto en mujeres gestantes.
Un perro de espacio restringido, se lame el ano, lleno de parasitos y bacterias, si sale a la calle, al oler o lamer el cesped, acera adquiere un buen número de parasitos, aunque estos sean desparasitados, por la materia fecal expuesta en un jardin público o privado. Niños y adultos que los besan o tocan están expuestos a padeeer enfermedades de transmisión canina. La investigadora Alcalá Canto afirma; “es un gran problema la presencia de propágulos de parásitos en las excretas de perros que son transmisibles al humano, por lo que lo ideal es recogerlas y desecharlas apropiadamente; es recomendable realizar pruebas coproparasitoscópicas en los perros para saber si es necesario desparasitarlo”.
A los problemas de confinamiento, que son muchos, se suma el de las mascotas, en esta Mirada solo traté el tema de los perros, porque en el jardín de mi casa, ayer por la noche salí a cortar te limón, y la fetidez de heces fecales de perro era extrema y ya no consumí el sabroso te con “piquete”, porque puede ser mas grave el “piquete” si al respirar, exponer la piel, ingerir una planta contaminada, nos exponemos a ser victimas de parásitos comunes en canes que defecan al aire libre, sobre arena, baldosas, jardines, y sus excretas siembran parásitos en la tierra, el aire, poniendo en peligro la salud de la gente que habita la ciudad, un centro habitacional, condominio, casas cercanas a parques, y en el caso de los que tienen mascotas, contra su propia salud y la de su familia, aun quienes los mantienen bajo una estricta “tenencia responsable restringida”.
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