** El caso FSM y el diputado Alfredo Sánchez Esquivel
Por Julio Zenón Flores Salgado
La sentencia del INE que indica que Félix Salgado Macedonio
no se puede registrar o en su caso deberá perder el registro por no haber
reportado sus gastos de precampaña a la comisión de fiscalización del árbitro
electoral, ha regresado el espíritu de lucha al también llamado toro sin cerca,
quien cambió de tono de voz al enterarse, y la volvió más fuerte y arrogante, y,
al asumir el papel de luchador social contra el sistema que lo quiere dejar
fuera de la competencia, dejó la persuasión madura y regresó al discurso antisistémico.
Salgado Macedonio ha ido de la mesura de pedir esperar con calma,
a la amenaza a los guerrerenses y a las autoridades; al llamado a tomar
carreteras y oficinas del INE; del papel retador al seguir con sus actividades
de campaña, durante todo el viernes 26 de marzo, un día después de conocerse
públicamente que debería suspenderlas, a la mesura de cancelar las que estaban
planeadas y convocadas para el sábado, y, de la demanda legal a dictar su
propia sentencia contra el órgano electoral y contra los electores
guerrerenses: “si no estoy yo en la boleta no habrá elecciones el 6 de junio”.
En esa vorágine de decisiones apresuradas, en su último
evento político como candidato, en la Costa Grande, el senador admitió la
posibilidad de que el Tribunal Electoral (TEPJF) mantuviera firme la sentencia
del INE, de dejarlo sin registro y, en su ágil mente, urdió rápidamente la ruta
del plan B: impedir las elecciones constitucionales y forzar una elección
extraordinaria, en cuyo caso el asunto quedaría bajo responsabilidad del
diputado Alfredo Sánchez Esquivel, el joven presidente de la Junta de
Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso de Guerrero.
En ese plan B del candidato de Morena, la gente que
simpatiza con él debería de movilizarse con vigor tomando carreteras, casetas y
demás, para forzar que se suspendan las elecciones, el asunto de la
gobernabilidad que con dificultad reconstruyó el gobernador Héctor Astudillo
Flores, pasaría a segundo término, porque para que no haya elecciones se
requiere que se genere una completa desestabilización, que se pierda la
capacidad del gobierno de ejercer su autoridad en una buena parte del
territorio de la entidad. Un escenario que nadie en su sano juicio desea.
De concretarse como él lo piensa, y el 6 de junio no hubiera
elecciones, entonces para suceder a Héctor Astudillo, el congreso de Guerrero,
que preside Sánchez Esquivel, tendría que nombrar a un gobernador interno, el
cual sólo duraría en el cargo el lapso suficiente para organizar un nuevo
proceso electoral -seis meses dijo el senador- en el cual Félix se volvería a
registrar y a ganar, porque en su óptica él ya es ahora el gobernador, “lo del
6 de junio era sólo un trámite”, dijo en Costa Grande.
Y si, el calentano tiene razón, es posible que el TEPJF
mantenga firme la sentencia de quitarle el registro, porque en opinión de
diversos abogados consultados por esta columna, incluyendo a los de Morena,
entre ellos a ex consejeros electorales, el fallo es inobjetable y la ley se
debe aplicar trátese de quien se trate, no importa si antes no lo aplicaban
como es, lo importante es que ahora se aplique, aunque sea principalmente en
contra de Morena, dijo un destacado abogado de Morena, aunque aclaró que a los independientes
le fue peor con el INE, poniendo como ejemplo el caso de Arturo Flores Mercado,
un activo dirigente de colonos y joyeros que se quiso registrar de manera
independiente, no lo logró, pero el INE le cuantificó gastos de precampaña no
entregados a la Unidad Técnica de Fiscalización, y le sancionó con la
imposibilidad de ser registrado en los próximos tres procesos electorales.
¿En manos de quién quedaría entonces la suerte del senador
guerrerense? ¿Quién es Alfredo Sánchez Esquivel? Como ya se dijo es presidente
de la JUCOPO, cargo al que llegó por el respaldo de más de la mitad de la
fracción de diputados de Morena en la actual legislatura y con el apoyo de las
otras fracciones de los demás partidos políticos.
Lograr el consenso en esta legislatura donde muchos jalan
cada uno por su lado fue una verdadera hazaña del joven legislador, que,
además, cuenta con una fuerte base partidaria: el grupo del finado César Núñez
Ramos, al que alguna vez el aguerrido Sergio Montes Carrillo, calificó como la
nomenclatura número uno de Morena, frente a la nomenclatura dos que lidereaba
Pablo Amílcar Sandoval, con quien se repartió las candidaturas de quienes hoy
tienen algún cargo de representación popular por ese partido.
Es importante detenerse a ver quién es Sánchez Esquivel,
quien como Félix también es un ingeniero agrónomo y llegó a la diputación tras
ganar la elección por mayoría en el distrito de la zona de Ayutla, donde ha
hecho muchas obras y donde tiene un gran respaldo popular y de las propias
policías comunitarias que son de las más ordenadas y disciplinadas. Que tiene,
también, liderazgo real no solo formal en la cámara de diputados lo que le ha
permitido cambiar la cara del poder legislativo, sacar buena parte del rezago y
lanzar las convocatorias para nombrar a los responsables de los órganos
descentralizados que le competen y que estaban pendientes desde hace años.
¿Por qué es importante el perfil del presidente de la
JUCOPO? Pues porque representa a uno de los tres poderes del estado, al igual
que el gobernador y el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado
y eso lo convierte en el posible gobernador interino que asumiría en el caso
que se diera la hipótesis de Félix, aunque también pudiera ser propuesto como
candidato de Morena, en lugar de Salgado Macedonio, de quien es su antítesis en
cuestiones de disciplina -llega diario a las 8 am a trabajar y es el último en
retirarse- y de moral en lo que no tiene queja alguna.
Y es que además de ser uno de los tres poderes del estado y
de tener un buen perfil político, Sánchez Esquivel, se quedó junto con el
actual delegado federal Iván Hernández, el subdelegado Jacinto Velázquez y el
abogado Rubén Cayetano, con la conducción del grupo de César Núñez, que una vez
aniquilado el de Amílcar, queda, junto con Marcial Rodríguez, con el control
del partido Morena en Guerrero.
Con esos datos si yo fuera Félix Salgado no estaría tan
seguro de que el partido me volvería a postular.
PD: Dejamos para el próximo artículo el tema de lo “extraño”
que se le hace a AMLO la sentencia del INE contra Félix y lo extraño que se nos
hizo a algunos que se incluyera a María de la Luz Núñez Ramos en la encuesta
para seleccionar candidato en la segunda vez que ganó el toro sin cerca.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?