MIRADA INTERIOR
Para los justos
hay abundancia
Para los injustos,
desgracias
Hesíodo, Teogonía
Por:
Isaías Alanís.
Prometeo robó el fuego para entregarlo a los seres
humanos; en Xochicalco se encendía el Fuego Nuevo parar iniciar el Quinto Sol -el
solsticio de verano un día como hoy-; entre estos dos actos, existe un abismo,
el primero mitológico, el segundo gracias a un profundo conocimiento de la
astronomía de los pueblos mesoamericanos. Y la creación de la bombilla incandescente, se le adjudica a Thomas Alva
Edison, realizada el 21 de octubre de 1879, dispositivo viable para su comercialización.
Otros científicos hicieron lo mismo; el ruso Alekxander Lodygin; el inglés Sir
Humphdry Davy la creo en 1812 y otro inglés casi en paralelo a Edison
desarrolló una lumínica similar entre 1850 y 1860 que finalizó en 1889. Y de
ahí pal real, la energía electrica se convirtió en vital para el desarrollo en
todas las areas de producción; minería, construcción, textil y en la prestación
de servicios públicos y privados -transporte, provisión de agua, alumbrado-, de
las que fueron beneficiadas las zonas urbanas y cercanas a centros mineros. Cuando
en un pueblo “se va las luz” ¿Qué pasa? Nada.
En México en 1880 empresas mineras, agrícola y textil, construyen
generadores. La primera planta formal fue la de Necaxa al iniciar el siglo XX,
puesta en marcha no para beneficio social, si no para vender energía a minas de
Pachuca y vital para la movilidad en la CdMex; los tranvías y la planta
potabilizadora de Xochimilco. En 1909 se construye la Boquilla, en el río
Conchos, Chihuahua, obvio para venderla a empresas mineras de Santa Eulalia y
Parral. La Mexican Light and Power Company. Absorve a medianas empresas y
consigue transportar la energía y en plena revolución esta compañía, “independiente”
construyó una presa de arco en 1916. En
las tres décadas del siglo XX, ocurre un cambio notable: surgen empresas
especializadas en la producción de electricidad a gran escala que transmiten la
energía a largas distancias, algunas de esas empresas son de capital nacional y
otras de capital extranjero, con lo que muy pronto las pequeñas empresas son
absorbidas por las grandes, como la Mexican Light and Power Company.
La Comisión Nacional de Electricidad nace en 1933 y en 1940 comienza la
construcción de la presa de Valle de Bravo. Algunos historiadores señalan que
esta presa fue el inicio para la nacionalización de esta industria fundamental
que se concretó en 1960; Infiernillo (1959-65) en Michoacan y la del Sumidero
en Chiapas, entre otras. En este tramo se consolida la regencia del estado en
la producción de energía para el desarrollo y crearse redes de distribución al
pueblo de México.
Bajo este electrizante panorama es normal que los toques hayan caído en
manos de los caudillos y corporizados los sindicatos de Electricistas,
Maestros, Petroleros y convertido en comparsa del partido en el poder por las
canongías obtenidas y en paralelo surgiera una clase político-empresarial
ligada a este sector que incide en todos los demas. Y desde luego una vez
sofocado el vapor nacionalista de Cárdenas los bienes de la nación se pusieron
en venta de garage patriotero en el traspatio -de y para los EEUU y socios
comerciales-. La energía electrica es nacionalizada en 1960 con el Presidente
Adolfo López Mateos para generar, conducir y abastecer de energía al pueblo de
México y contar con independencia energética. Con el arribo al poder de los
jovenes de Cambridge y Stanfford, el vuelo nacionalista dio un viraje de ciento
ochenta grados y se derrumbó, producido por un alto voltaje neoliberal bananero
de modernidad; el gran capital en comunión mística con el gobierno mexicano lograron
la desnacionalización de gran parte de la infraesrtructura creada décadas atrás:
petroleo, ejido, electricidad, bancos, etc.
La
complejidad de la historia de la electricidad en México debe ser motivo de un
estudio profundo. Gracias a las reformas salinistas y felipistas, este
importasnte sector. Estratégico se ha desmoronado. Los llamados productores
independientes de electricidad PIIEs y los privados causan un desequilibrio
millonario a la CFE. El 30 por ciento de la energía producida la hacen empesas
privadas con cargo a la CFE en todo el proces. Y para colmo se construyen mas
plantas de las que el país requiere a través de productores privados. Exportamos gas, y
una electricidad que no es necesaria y mucho más cara.
Otra zancadilla al pueblo, es el despacho de carga
y por comprarle a productores privados, la CFE tiene plantas sin operación al
cien por ciento. Una hidroeléctrica de CFE produce a menor costo, 0.15 pesos el
kilovatio-hora, las privadas a 0.60. Comprar al sector privado, ademas de tener
muchas aristas de corrupción es 450 por ciento mas cara que la producida por la
CFE, poniendo en riesgo al pueblo de México al consumir una energía carísima.
El presidente ha lanzado una reforma a este sector,
mientras al Director General de CFE, Manuel Bartlet, intentan darle toques en
los cojones y tehuacanazo con chile piquín mediático. Bartlett se desempeñaba
como Secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid cuando asesinaron a
Manuel Buendia. José Antonio Zorrilla Pérez a cargo de la temible desaparecida
Dirección Federal de Seguridad, policía política y brazo armado del gobierno
fue el ejecutor. En los archivos de Buendía aparecía el nombre del General Juan
Arévalo Gardoqui, titular de la Sedena. El autor de “Red Privada”, tenía
conocimiento de los vínculos de Zorrilla Pérez con el narcotráfico, comprobado
durante la investigación del crimen con informes de inteligencia oficial. En la
muerte de Buendía participaron como coautores intelectuales: Juventino
Prado Hurtado, Raúl Pérez Armona y Sofía Nava Suárez, y como autor material
Rafael Moro Ávila. Netflix sacará “Red privada”, un documental sobre la muerte
de Manuel Buendía.
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