El voyerista
Por Alfredo Guzmán
Las circunstancias marcan. En mi caso acercarme a las esferas del poder, estaba complicado, luego de que existía el estigma de que era comunista. Y los comunistas no entraban a palacio de gobierno. Es decir, solo accesaban los periodistas priistas. Reportero de "El Reportero" de Andrés Campuzano, quien molesto porque exigí el pago del aguinaldo, publico mi carnet, que en alguna borrachera, tiré por ahí en los pasillos o en el baño y cuando fue necesario me exhibió. Andrés cabeceó la credencial de referencia "Comunista Infiltrado" En primera plana. Pedro Julio Valdéz Vilchis, me dio trabajo y me encargó La Tarde y el Sol de Chilpancingo en nota roja. La mejor época en ventas ocurrió con mi estancia. Hasta 10 mil "La tarde" se llegaron a vender al día. Varios compañeros de buen escribir, lo permitieron. Lillián, Benítez, Juan Cervantes, Miguel Cervantes, Enrique Vargas, Félix Juan López Romero, Ochoa, Noé Mondragón, Guadalupe Ahumada, entre otros. Duré poco, porque con jiribilla, Pedro Julio me encargó ser el enlace entre los trabajadores y la dirección. En uno de esos meses que duraban sin pagar al inicio de año, acudí a la dirección que encabezaba Guillermo, el cuñado de Pedro, pero me escuchó Don Reemberto. Dije, "Los trabajadores, dicen que si no les dan un adelanto para el regalo del día de las madres, paran labores." Al otro día llegó a mis manos la notificación de que hasta ese día laboraba. La tengo enmarcada. Me salí de El Sol de Chilpancingo y Javier Cordero Muñoz, me jalo de inmediato. "Te quiero aquí, me vale que seas comunista," dijo. Reforcé el trabajo de Expresión Popular" y una vez me dijo Don Javier, "sabes qué Alfredo, viene René Juárez a la redacción y quiero presentártelo." Corría el año 1998 y fui invitado a mi primera gira con el gobernador del estado Ángel Heladio Aguirre Rivero a la montaña. No cabía de emoción de haber entrado al círculo rojo de periodistas, puesto que la columna "El voyerista" empezaba a calar hondo en temas que otros no consideraban, por ser parte dé. Ya tenía un Premio Estatal de Periodismo, otorgado en los tiempos de Jose Francisco Ruiz Massieu y otros dos más, con Rubén Figueroa Alcocer y otro con Ángel Heladio Aguirre y muchos se preguntaban quién era ese voyerista. Llegando a Tlapa, se me acercó el gobernador del estado y con discreción y lejos de otros compañeros y compañeras, me dice, "Ahí te encargo, René será el candidato a gobernador y debes tenerlo cerca." No lo comenté y al ser mi primera gira, andaba emocionado. Ya de regreso lo comenté con Javier Cordero, quien aseguró, "pues vamos a ver." Se llegó la fecha de la visita de René Juárez Cisneros a la redacción de "Expresión Popular" y tuve la oportunidad de hacer algunos comentarios entre la mesa de redacción y todos los periodistas, que laborábamos ahí. "Alfredo, te quiero comentar que el licenciado René, me preguntó por tí, le diste buena impresión", dijo Javier Cordero. Ya encarrerado, recién terminada la licenciatura en Comunicación, luego de haber correteado ser economista, licenciado en derecho, filósofo, Ciencias Químicas, donde estudié meses en cada una hasta un año, pero en ninguna me quedé. René Juárez Cisneros, andaba en calidad de candidato oficial del PRI a gobernador. Había varios precandidatos, entre ellos, Manuel Añorve, quien era el preferido del gobernador, René Juárez y Florencio Salazar Adame, entre otros dos más. Se me ocurrió hacer un decálogo de propuestas al candidato y la primera fue "Marque su distancia del gobernador Ángel Aguirre Rivero." El decálogo que estaba escrito en una hoja carta, lo hice llegar a René Juárez con "Balta" fotógrafo de Expresión, quien hacía trabajos a Comunicación Social. Balta regresó y me dijo sonriente, "oye Alfredo, el licenciado René se rió de tu escrito. La promesa de que René Juárez fuera el candidato de Aguirre, se esfumó 10 días después cuando el mismo gobernador, le dió el espaldarazo a Manuel Añorve. A partir de ahí, y al ver que yo le había advertido de que marcara su distancia del gobernador, me mandó llamar. "Te quiero cerca de mi". Ahí empezó mi amistad con René Juárez Cisneros, de quien no tengo más que elogios, agradecimiento, amistad, trabajo y reconocimiento mutuo. Una amistad que generó suspicacias, envidias, trampas, entre algunos colegas, quienes no daban crédito al porqué era invitado especial a todas las giras y conferencias en lugar preferente. Descansa en paz, amigo René Juárez Cisneros.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?