Por Julio Zenón Flores Salgado
-Cuando se den cuenta de que cobran por el servicio, no protesten-, escribió un activista acapulqueño el pasado lunes, al calce de una nota informativa sobre la colocación de la primera piedra de la construcción de un Centro Rehabilitación Integral Teletón (CRIT) en Tlapa, por parte de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, junto a los directivos de la Fundación Teletón.
La
observación caló entre los especialistas en temas política y pareció muy
pertinente, pues, sin duda, refleja, en el fondo, una visión de una parte del
conglomerado que apoya la Cuarta Transformación, pero que tienen la idea de que
esta debe radicalizarse y declararle la guerra a los millonarios, bajo la
premisa “marxista” de que no hay fortunas bien habidas, sino que todas se
fincaron con la explotación de los trabajadores y la corrupción entrelazada con
los viejos gobiernos neoliberales mexicanos.
Y en cierta
forma es correcto lo que dice el crítico: el CRIT cobra por sus servicios, a
pesar de que el gobierno y la sociedad son quienes ue ponen el dinero para la
construcción de sus instalaciones, tanto en aportaciones directas con cargo al
erario público, como en redondeos de las tiendas de conveniencia y en maratones
televisivos, donde tenemos que soportar los tremendos culebrones que mucho
tiempo dirigió Lucero, (antes Lucerito la tierna cantante copada por Televisa).
La observación
se confrontaría directamente con el lenguaje clasista y maniqueo, que se maneja
en buena parte de la tropa cuatrotera, que condena el “aspiracionismo”,
considera “malos de malolandia” a los ricos y exalta la pobreza como un origen
y destino del cambio y la transformación.
Sin embargo;
el asunto no es tan simple.
Por el
contrario, el caso concreto del CRIT de Tlapa, tendría que verse desde otra
perspectiva, para entender el apoyo de la gobernadora morenista Evelyn Salgado a
esta obra, un apoyo que, incluso, trascendió las fronteras del estado de
Guerrero, pues se trata del único convenio que tiene el presidente Andrés
Manuel López Obrador, con la Fundación Teletón, a cuyo fideicomiso y las
empresas que la integran, el presidente no les ha perdonado su pago de
impuestos, como sí hacían en los gobiernos del PRI y el PAN.
En lo
particular el CRIT Tlapa no es un negocio de los millonarios de la Fundación,
es por el contrario, un logro que expuso la capacidad de la mandaría guerrerense
que, por encima de las cuestiones ideológicas, puso la obligación de dar una
opción a los pobres, como lo hacían los jesuitas en los años 80, con su
teología de la liberación, que ponía por encima de todo las necesidades de las
poblaciones que no podrían ser atendidas de otro modo, exclusivamente con el
recurso del gobierno y que no podían esperar a que la Revolución llegara a su
comarca.
Tlapa y los
17 municipios indígenas de la región que le rodean, no tenían opción para
atender a sus niños con problemas en sus capacidades motoras y sicológicas, y
en temas de salud el mexicano lo que quiere es solución, no política. Es mejor
tener un espacio donde sus hijos sean atendidos, construido por quien lo pueda
construir, y no enfrentar la posibilidad de verse obligados a ver a sus
pequeños consumirse en su discapacidad o sacrificar mucho más para llevarlos a
Puebla, Acapulco o la Ciudad de México, donde ni siquiera se garantiza el cupo
para su atención.
La
gobernadora Salgado, en realidad, dio una muestra de su capacidad política y de
gestión, pues no sólo debió entenderse con los ejecutivos de la Fundación privada,
sino además, conciliar con el presidente de la República, quien definió desde su
arribo al poder, su distanciamiento con fideicomisos y fundaciones, en su
opinión “hechas para robar”.
La gestión
le salió tan bien a la gobernadora, que el presidente la felicitó públicamente
este jueves, en su conferencia mañanera, diciendo que ella resultó muy buena
sustituta de Félix Salgado, “muy trabajadora…buenísima”, aunque aclaró que era
el único convenio del país con esa fundación, mientras por otro lado, los
niños, unos 20 mil según cifras del Teletón, de los municipios pobres de entre
los pobres, contarán con un centro para su rehabilitación.
Lo mejor de
todo, según aclaró este jueves el presidente, es que no se cobrará el servicio
a los niños de la montaña, pues según López Obrador, el gobierno no solo puso
el terreno, sino que también pondrá las becas para su atención por los especialistas.
Como queda
el escenario, todos ganan: Gana la Fundación Teletón puede usar la construcción
en Tlapa del CRIT, como precedente para construir otros, con el aval de López
Obrador; ganan los niños de la Montaña de Guerrero con discapacidad, y gana la
gobernadora, pues con esa acción se colocó a la vanguardia de los mandatarios
con iniciativa y eficientes para resolver problemas en las zonas más pobres del
país.
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