Arturo Parra
Acapulco, Gro.- Rebasa ya su cuarta década (este 19 de febrero cumple 45 años de edad) y vemos a un Jacko que no desiste, va por cuarta ocasión en busca de la candidatura para Acapulco (de las tres anteriores la consiguió dos veces) y va por la Cuarta Transformación.
"Hoy levanto la mano para pedir nuevamente la oportunidad de ser candidato a la presidencia municipal de Acapulco, por Morena", suelta Joaquín Badillo Escamilla en breve entrevista luego de ser agasajado por su equipo de trabajo un día antes de su onomástico.
Además de ser el precandidato más mencionado en los últimos meses, es legítima su aspiración como propuesta hombre, pues en Acapulco ya se rompió la paridad de género, al tocarle dos veces continúas a la propuesta mujer en estos recientes gobiernos municipales, por cierto no con buenos resultados como es el sentir generalizado de la ciudadanía porteña.
Jacko sigue y ahora con más fuerza en el ánimo y la simpatía de los acapulqueños, además de que junto a él hay grupos de la sociedad civil que lo apoyan en su trabajo de gestoría social a favor de colonias y comunidades de Acapulco.
Él sí es nativo de este puerto y conoce el sentir y las necesidades de los acapulqueños, lo que lo convierte en un candidato natural, acompañado siempre por su incansable esposa Alejandra Mena Zuzuarregui mejor conocida como La China.
Con sus anteriores candidaturas a la alcaldía creció en las urnas de 15 mil a 40 mil votos, y para ganar en el Distrito 09 local electoral obtuvo más de 19 mil votos, lo que convierte al Pargo de Acapulco en un candidato competitivo para que Morena continúe gobernando este municipio, luego de que la anterior candidatura que buscó le favoreció a Abelina López Rodríguez.
Jacko Badillo se ha caracterizado por ser una persona amable, modesta y empática, pero además él sí le aportaría a Morena, porque trae desde hace más de 14 años mucho trabajo y buenos resultados, tiene experiencia en administración y sabe ejercer la política de acuerdos, no de confrontaciones, lo que garantizaría un triunfo inobjetable contra la tradición de que "aquí gana el que pongan", solo por colgarse de la figura de AMLO.
Hoy ha demostrado en un año y medio de ser diputado local que los cargos no lo marean, no cambia su estilo de vida y sigue tendiéndole la mano a quien le solicita algo, sobre todo a los que menos tienen.
En el Congreso del Estado ha levantado la voz para pedir a nombre del pueblo guerrerense que bajen las tarifas de la Autopista del Sol; que se acaben las actualizaciones de las actas de nacimiento; darle el derecho a la mujer para que en común acuerdo no se extinga su apellido; que se cumpla con la apertura del otro Maxitúnel, entre otros temas.
Lo anterior da la certeza de que en el próximo encargo que la ciudadanía le dé habrá de saber cumplir de la misma manera.
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