Por Julio Zenon Flores
Miles de personas, provenientes de barrios, colonias y poblados, así como municipios de otras regiones de Guerrero, arroparon al secretario de relaciones exteriores Marcelo Ebrard y a la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, en el zócalo de este puerto, frente a la majestuosa bahía del balneario del pacífico.
Calificada por sus organizadores como "megamarcha", la caminata partió poco después de las diez de la mañana de la confluencia de la costera Miguel Alemán con la vía rápida, a donde la gente fue llegando en autobuses y urbans, combis y otro tipo de transporte público, desde las 9:00 de la mañana y después de colocarse las playeras especiales con la leyenda de a organización convocante, aprovecharon los minutos para desayunar frugalmente, algunas tortas y jugos en envases de Tetrapak, y se reportaron listos para la caminata, que duró casi una hora, para recorrer los 3 kilómetros que separan a Diego Hurtado de Mendoza, de la plaza Juan Álvarez.
Los encargados organizaron los contingentes y salieron en la descubierta para encontrarse con el canciller, a la altura de Playa Hornos, y continuar hacia el zócalo, con lonas, cartulinas y gritos de apoyo tanto a Ebrard como a la alcaldesa porteña.
El delegado federal, Iván Hernández, quien encabezó una reunión con decenas de empleados federales conocidos como Servidores de la Nación y algunas personas del barrio de Dominguillo, en una calle adyacente a la marcha, se deslindó del evento y dijo que sólo fue a instalar un comité del banco de bienestar construido desde hace meses en la avenida Andrés de Urdaneta. "Pinto mi raya", dijo a pregunta expresa, mientras levantaban apresuradamente toldos, sillas y lonas, para retirarse del lugar.
Las personas se reunieron tanto en la vía rápida, en el sentido Costera- Cuauhtémoc, en cantidades que obligaron a cerrar la vía a la circulación en lo que empezaban a caminar, en tanto el mayor número se acomodaron sobre Costera, desde el monumento a Apolonio Castillo, hasta el viejo edificio del periódico Novedades.
En ese tramo, los manifestantes formaban grupos, de acuerdo al gremio al que pertenecían, o de su lugar de procedencia, buscando la sombra en la banqueta del lado del edificio de la secretaría de Salud, mientras otros más, se ubicaban en el pasto del camellón y den otro lado de la avenida, en el sentido Centro Base, desde el salón de fiestas Copacabana hasta la playa Tamarindos.
Por otro lado, grupos de colonos y sindicalizados, ya los esperaban en el zócalo animados por música vernácula, bajo el fuerte sol acapulqueño y buscando resguardarse junto al banco Bancomer, y copando las entradas a los restaurantes Casa de los Abuelos y Mi Piaci, también conocido como La Rebanadota.
La alcaldesa, Abelina López Rodríguez, dio la bienvenida al canciller, subida en un templete de madera, que compartía con un par de decenas de personas más, entre ellas dos diputadas federales, una de Guerrero y otra de alguna otra entidad de la república y agradeció las gestiones de Ebrard para Acapulco, aunque no se ha informado aún si alguna de ellas ya llegó al Puerto y si alguna obra se ha hecho con recursos internacionales, y le aseguró que los acapulqueños tienen un especial cariño por él.
En tanto Marcelo Ebrard hizo un discurso coloquial, haciendo participar a su audiencia, y no desaprovechó para hacer reproches a su partido (MORENA), señalando a los presentes que a los aspirantes se les ha denominado corcholatas, pero que cada quien se asume como quiere y él se considera "grabado de corcholata" y lamentó que se diga que la elección de abanderado será por encuestas en septiembre, de las cuales no se sabe nada, a pesar de que la gente quiere participar en ello. ¿O ustedes o quieren participar opinando, verdad que sí? les dijo, a lo que le contestaron afirmativamente.
Exigió que ya se emita la convocatoria y que sea el pueblo quien elija al candidato.
También habló de su amistad de 23 años con el presidente Andrés Manuel López Obrador y de sus luchas comunes y cuando fue su secretario de seguridad pública, la más fea, la que nadie quería, enfatizó.
Asimismo, explicó que su "carnal" lo invitó a ser canciller ante Donald Trump, en momentos difíciles y que en ese cargo acaba de estar en la India para traer un medicamento contra el cáncer que le pidió López Obrador y que la semana que empieza estará en Estados Unidos para explicarles que México no tolerará intervención del ejército estadounidense en la lucha contra el narcotráfico.
Finalmente, dijo que los acapulqueños tienen en él a un carnal y se despidió entre porras y un tumulto que lo acompañó hasta su camioneta en espera de tomarse selfis con él.
"Marcelo es un hijo de la chingada que viene del PRI"
Una mujer en aparente estado de ebriedad se metió a la multitud desde la plancha del zócalo gritando insultos y repitiendo "eres un hijo de la chingada que viene del PRI", en lo que pareció una provocación, pero los asistentes le hicieron vacío, nadie la sacó de su insistencia y se retiró en pocos minutos.
Cabe recordar que quienes esperaban obtener algo a cambio de su asistencia a la marcha se fueron decepcionados. "Venimos en balde, no hay nada, sólo nos dieron playeras" se quejaron algunos, quienes decidieron irse en cuanto los vieran sus líderes.
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