Gallery

header ads

Pagó Abelina 600 mil pesos por unas alas copiadas y colocadas por capricho de alguien muy poderoso

…LAS COSAS COMO SON.

Este par de ordinarias estructuras metálicas que usted ve en el corazón del nuevo parque incluyente de playa Golfito le costaron al erario 600 mil pesos y fueron instaladas allí por un "capricho" de alguien con mucha influencia y jerarquía en la administración. Se impusieron en ese lugar pese a que no estaban contempladas originalmente por quienes diseñaron el proyecto. En su lugar, para ir en armonía con el entorno, se pensaba colocar una ballena, figura emblemática de las aguas del Pacífico y visitante distinguida del puerto cada invierno.
Además de no armonizar con el entorno, afirman expertos en arte y cultura, esta supuesta obra de arte no propone nada original y cae en lo ordinario, como si los acapuqlueños fueran personas incultas que no se percatarían del detalle fuera de lugar, por más que en su narrativa los autores intenten vincular poéticamente ese obra con el mar.
La obra es atribuida a la esposa del cuñado de David Jiménez Rumbo un aliado coyuntural de la administración actual y quien en su época de esplendor - siendo senador, diputado local, federal y secretario de Desarrollo Social de Guerrero - recomendaba a su cuñado Raúl Fombona a instituciones y gobiernos para que expusiera en diversas partes del país y hasta fuera de él, obviamente siempre cobrando muy bien sus obras.
Coincidentemente cuando el poder dejó de acompañar a Jiménez Rumbo también dejaron de invitar al escultor, al grado de prácticamente desapareció de la escena cultural.
Lo curioso es que de un tiempo para acá la pareja le dio un giro al modus operandis pues el artista de marras dejó de aparecer pero comenzó a figurar su esposa Azalea como escultora.
Lo interesante es que estos personajes siempre aparecen contratados por gobiernos con los que Jiménez Rumbo es aliado o amigo.
En fin. Los fraudes culturales siempre han existido en Acapulco, recordemos la escultura de la Sirena Gorda, pero tarde o temprano quedan al descubierto.
El parque incluyente es una buena obra porque su espíritu es brindar esparcimiento a quienes tienen alguna discapacidad pero estas estructuras impuesta por capricho es un ejemplo de cómo la política o el pago de favores a los aliados puede ensuciar hasta lo más limpio.
A los farsantes se les debe desenmascarar.
Tomado del portal IFP Noticias 

Publicar un comentario

0 Comentarios