TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores Salgado
La ex alcaldesa de Acapulco y primera mujer electa al frente
del gobierno municipal, la morenista Adela Román Ocampo, reapareció por la puerta
grande en la política local, el pasado domingo, respaldada por dos de los coordinadores
nacionales de la promoción interna de la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia
Sheinbaun, la más probable candidata de su partido para suceder al presidente
Andrés Manuel López Obrador en el palacio nacional.
Hay que recordar que a su salida del ayuntamiento de
Acapulco, la ahora magistrada, fue víctima de la maldición que ha acompañado a
la mayoría de los presidentes municipales porteños en lo que va del presente
siglo: todos los camaradas se partido se unen en su contra, para cerrarles el
paso a otras posiciones de elección popular, por lo cual ella optó por moverse
en bajo perfil y aunque se reintegró a sus labores como magistrada, se mantuvo
fuera de los reflectores de la vida pública, pese a lo cual, no dejó de recibir
ataques de la actual alcaldesa de la ciudad, la también morenista Abelina López
Rodríguez, quien la usó de esparrin para explicar la mala situación de los
servicios públicos y los malos estados financieros.
Por eso llamó la atención verla el pasado domingo, como el
personaje central de medio millar de morenistas que se congregaron en la cancha
techada de la CROM, en el Acapulco Nautico, en donde concurrieron tanto una
parte importante de sus ex colaboradores como regidores y funcionarios de la
actual administración municipal, además de al menos un diputado local, líderes
de colonias, de barrios históricos, de grupos de mujeres, de maestros democráticos,
líderes sindicales y de cooperativas pesqueras y de servicios turísticos,
además de militantes de la vieja guardia fundadores de la verdadera izquierda
en Guerrero, bajo el paraguas general del Frente por la Transformación Nacional.
El motivo de la reunión en el espacio público fue la toma de
protesta de los comités seccionales a favor de la doctora Claudia Sheinbaum,
por parte de los coordinadores nacionales Carlos Ulises y el expresidente del
partido Alfonso Ramírez Cuellar, quien por cierto también encabezó otra reunión
con ganaderos de la costa en Coyuca de Benítez, en donde le acompañó además del
presidente municipal Ossiel Pacheco Salas, el diputado local Marco Tulio Sánchez
Alarcón.
La reaparición de Adela Román no es lo novedoso en sí, pues
se le había visto ya en eventos de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y del Congreso
del Estado, así como en algunos pequeños foros; lo que causa sorpresa, y sí es
novedad, es que apareciera tan cobijada por un buen número de militantes y
dirigentes de Morena, lo que hace que se ponga nuevamente bajo los reflectores.
Su reaparición pública coincide, casualmente, con los
tiempos en que los liderazgos formales de Morena en Guerrero, no solo están viendo
su propia postura ante las llamadas “corcholatas”, es decir los aspirantes a la
candidatura presidencial, que han estado viniendo con la intención de
agenciarse parte de los más de un millón votos obradoristas que se sembraron en
Guerrero y de los cuales, al menos la cuarta parte es de Acapulco, sino que
también, han estado analizando escenarios para perfilar a los próximos candidatos
a los principales cargos de elección popular que se disputarán en el 2024 en la
entidad.
Su presencia evidenció que mantiene presencia, relaciones y
trabajo político, para ser considerada para alguna posición entre las candidaturas
de Morena, en especial, pudiera colocarse como una de las cartas con
posibilidades de competir por el Senado, en donde, como se sabe, se postula una
fórmula de dos senadores por el estado, de los cuales uno debe ser mujer y el
otro hombre.
Un detalle, que no pasó desapercibido para este articulista
es que del medio millar de los presentes, solo cinco levantaron la mano cuando
Carlos Ulises preguntó si tenían algún programa social y sólo una, cuando se
refirió a quien estuviera siendo beneficiado por algún proyecto productivo, lo
deja la clara imagen del canibalismo de quienes ejercen los programas de manera
ejecutiva, que han excluido a este pequeño ejercito de luchadores sociales y seguidores
de la Cuarta Transformación, cosa que deberían subsanar si quieren lograr la unidad
necesaria para enfrentar el proceso electoral que viene y que ya no tendrá a
AMLO en la boleta.
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