Por Julio Zenón Flores
A un año de que se realicen elecciones constitucionales para
determinar si la actual presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, deba
continuar al frente o ser sustituida, casi un 30 por ciento de los electores se
han pronunciado ya por apoyar su reelección, pese a que la primer edil ha
estado sujeta a fuertes ataques mediáticos y a que no se ha avanzado como se
esperaba en la solución de la problemática toral que le corresponde atender a
la comuna.
Es evidente que la ciudad de Acapulco ha sufrido durante los
últimos años una situación crítica en cuanto a los servicios públicos ofrecidos
a sus ciudadanos y turistas. La falta de mantenimiento preventivo, el creciente
aumento de la población y la desorganización estructural general del gobierno
local han contribuido a crear una situación insostenible.
Uno de los servicios
más afectados en Acapulco es el suministro de agua potable. La ciudad ha
experimentado apagones repetidos en sus sistemas de energía y agotamientos en
los suministros, causando una escasez en el suministro de agua para consumo
humano. Además, la falta de mantenimiento y la obsoleta tecnología utilizada en
la producción de agua potable han llevado a que incluso el agua disponible no
cumpla con los estándares de calidad.
La situación de
saneamiento y tratamiento de aguas residuales en Acapulco también es precaria.
El sistema de alcantarillado es antiguo y sobrepasado, y las plantas de
tratamiento no están funcionando de manera óptima. Los ríos y playas se han
visto contaminados con aguas negras, lo que representa un alto riesgo para la
salud pública y un grave problema para el turismo en la ciudad.
El sistema de
transporte público de Acapulco es otro problema. La falta de mantenimiento de
los autobuses y el hecho de que muchos vehículos son viejos y obsoletos, han
provocado un aumento en el número de accidentes de tráfico. Además, la falta de
rutas claras y frecuencias de autobuses, así como la corrupción en la concesión
de licencias de conducción, han agravado la situación de movilidad.
El sector de la
recolección de residuos y la limpieza de las calles de Acapulco son
insuficientes para atender las necesidades de la población. La recogida de
basura no es realizada con regularidad, y la proliferación de tiraderos
improvisados en las calles y esquinas ha empeorado la situación de salubridad.
El deterioro del
sistema de salud en el estado de Guerrero también se refleja en la ciudad de
Acapulco. La falta de médicos y enfermeras, así como la carencia de
medicamentos y equipos médicos, ha afectado negativamente la calidad de la
atención médica ofrecida a la población.
La falta de seguridad
ciudadana es otro problema que ha aumentado en los últimos años en Acapulco. La
ciudad se ha convertido en un lugar peligroso para el turismo y los residentes,
con altos índices de delitos como el robo, la violencia y el secuestro.
En conclusión, la
situación actual de los servicios públicos en Acapulco es lamentable y requiere
de un esfuerzo integral para su solución. Se necesita de la intervención
urgente del gobierno local, junto con la sociedad civil, para revertir esta
crítica situación y hacer que Acapulco sea una ciudad más segura, saludable,
limpia y sostenible para sus habitantes y para los turistas que cada año la
visitan.
Todo ello, convertido en
mecanismos de ataques de sus adversarios, le ha impedido a la alcaldesa
posicionarse como ella quisiera, pero su manejo en territorio le ha permitido
blindarse, de alguna manera, haciendo empatía con la gente, pese a los
desaciertos que se le puedan señalar, construyendo, además, como ya se ha hecho
público, una estructura electoral que ya se refleja en las encuestas, pero que
aún le puede dar más a su favor.
Todo este escenario, ha
terminado por arrojar los resultados de la encuesta levantada por una
prestigiosa empresa demoscópica el pasado 8 de mayo, en donde el 29.7 por
ciento de los electores se manifiestan a favor de su reelección, cifra no esperada
por sus detractores.
Visto limpiamente, con
ese porcentaje le alcanza para ganar la siguiente elección de alcalde de la
ciudad, pues representa algo así como 180 mil votos, que ninguno de sus
oponentes puede presumir, cuando aún no comienzan las campañas.
Así pues, la realidad,
aunque no les guste a muchos de la clase política, es que los opositores se
durmieron en sus laureles, creyendo que ella desaparecería por la propia
inercia del agotamiento que provoca el ejercicio del poder, pero cuando
despertaron de su sueño…Abelina seguía ahí…con todas las posibilidades de
volver a ganarles.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?