¿Alguna duda?
Por Julio Zenón Flores Salgado
La visita de Claudia Sheinbaum a Acapulco dejó claro para
los acapulqueños lo que ya es un secreto a voces: ella es la favorita, no solo
del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino del partido Morena y de sus
partidos paleros, el PT y el PVEM.
El arribo de personas al jardín sur del Centro de
Convenciones Acapulco, en Costa Azul, comenzó casi dos horas antes del arribo
de la ex jefa de gobierno y para las 9:00 de la mañana el cupo estimado de 10
mil asistentes al evento estaba completado. Al rectángulo destinado a ese
público ya no se podía ingresar y pese a ello, la gente seguía llegando y
acomodándose en los alrededores, vistiendo playeras de los grupos y personajes
que trataban de hacerse notar, para que cuando ella sea Presidenta, si gana la
elección, puedan decirle que le ayudaron y les toque algún pedazo del pastelote
que es el gobierno federal.
Playeras con iniciales que ni los que las portaban podían
descifrar, gorras adornadas con el apellido de algunos diputados locales,
banderas verdes y rojas, se esparcían por los amplios jardines de ese elefante
blanco, que al fin será ocupado en algo útil, al ser destinado a hospital de
alta especialidad del ISSSTE, y ahí estaban también los integrantes de la
comisión intersindical de agremiados y jubilados de las diferentes dependencias
federales que recibirán el servicio médico, en ese proyectado nuevo nosocomio.
Fueron a agradecer el respaldo del presidente Andrés Manuel
López Obrador, a ese hospital gestionado por años, pero también a pedirle a la
posible sucesora que se concluya y se equipe debidamente, para que sea una realidad.
Los universitarios de Guerrero, que eran los más ruidosos,
con matracas y todo, coreaban las porras dirigidas desde el templete desde
donde se lanzaba el grito de guerra de “¡es un honor, estar con Claudia hoy!”,
muchos comerciantes de playas y parianes, muchos transportistas, mujeres que
parecían comerciantes del mercado, que aseguran que enviaron oportunamente una
tarjeta a la visitante distinguida, sobre la tragedia del incendio que vivieron
el pasado 5 de junio; marquesanos, de la Zapata, de la Progreso, ejidatarios de
Icacos, pero también los llegados de otros municipios de la Costa, se
mencionaron.
Lo que se vio no fue solo el más grande contingente que se
haya reunido en torno a alguno de los aspirantes, lo cual es muy relativo, pues
sólo Marcelo Ebrard le podría competir en capacidad de convocatoria, por su
evento que realizó en mayo en el zócalo de la ciudad, pero con mucho menos
asistencia, mientras el resto de los llamados “corcholatas” apenas dan de qué
hablar, con algunos ayudantes a su alrededor y por el aparatoso despliegue de
propaganda en los costosos anuncios espectaculares en los que se gastan
millones de pesos, que deberían de informar de dónde proceden.
Y es que la competencia, hasta para quienes están en
busca de un premio de consolación, está en mostrar cantidad: si no tienen mucha
gente, al menos tienen muchos espectaculares.
Una estructura que no se había percibido, dejó sentir su
capacidad operativa en este evento de Claudia Sheinbaum en el Centro de Convenciones
Acapulco, mostró un músculo a un nivel que no deja duda de que es la aspirante
más consistente y, dejando a los demás prácticamente descobijados, sobre todo
porque un día antes se anunció la disolución del Movimiento Progresista de
Guerrero, por parte de uno de sus líderes estatales, Edilberto Arizmendi, al mismo
tiempo que circuló la detención del ex secretario de seguridad pública municipal,
de Abelina López Rodríguez, ambos, soportes de lo que era la fuerza de Ebrard
en Acapulco.
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