*Las lecciones de Edomex y Coahuila
Por Julio Zenón Flores Salgado
Después de los procesos electorales del 2023, el partido
Morena, que ha demostrado tener un excelente manejo de la propaganda y de la
agenda de los medios de comunicación, metió al país en un nuevo tema: la
elección interna entre sus “corcholatas”, que se definirá este domingo11 de
junio y la “renuncia” de Marcelo Ebrard.
¿Por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus
operadores no siguieron festejando el triunfo esperado en el Estado de México y
prefirieron darle vuelta a la página de manera tan veloz? Simple. Porque los resultados
obtenidos en las elecciones del 2023 les dieron un golpe de realidad y les hicieron
entender un asunto elemental: los votos ciudadanos son volátiles, el sufragante
no se entrega a un partido de una vez y para siempre, por lo cual resultaba
urgente que la sociedad no analizara a fondo los resultados de las elecciones
de gobernador en Coahuila y Edomex y, por el contrario, Morena tenía que entrar
a un proceso de análisis, pues si las cosas se van hasta la elección del 2024
como se dieron en el 2023, no la tendrán nada fácil, como se han jactado de
tenerla.
Y es que de la contundente diferencia con la que ganó López
Obrador en el 2018, para el 2023 sólo quedó la historia. Este año, sumados los
votos de ambas coaliciones, dan prácticamente un empate técnico entre la que
encabeza Morena y la que encabeza el PRI. Ambas alianzas sumaron en promedio
3.5 millones de votos: 3 millones 494 mil 061 votos para la alianza PRI, PAN,
PRD y 3 millones 548 mil 410 votos para la alianza Morena, Pvem, PT, es decir
1.55 por ciento de diferencia, en sentido estricto es un empate técnico, muy
lejano del triunfalismo del morenismo y aliados, de modo que ahora sí, y
considerando que en el 2024 MALO no estará en la boleta, el partido del gobierno
tendrá que trabajar muy duro para que en México no hay una regresión al viejo
régimen.
Las cifras frías, además, muestran otros elementos que deben
considerarse para la elección que viene: el PRI fue el partido de la alianza
opositora que más votos obtuvo: 2 millones 360 mil 179 sufragios, entre los dos
estados, mientras el PAN se quedó con 788 mil 764 y el PRD con 218 mil 205, es
decir 67, 22 y 5 por ciento respectivamente.
Partido por partido, el que obtuvo más votos de todos fue
Morena con 2 millones 459 mil 932 sufragios, en segundo lugar, el PRI con 2
millones 360 mil 179, en tercero el PAN con 788 mil 764, en cuarto sitio el
PVEM con 657 mil 934, en quinto el PT con 632 mil 379 y el PRD en sexto lugar
con 218 mil 205 sufragios.
¿Qué tenemos con esas cifras? La competencia se cerró entre
las alianzas y, un resultado colateral también cimbra los escenarios MC no fue
el partido bisagra que esperaba ser y por lo tanto pierde atractivo para ser el
cacha candidatos frustrados de otros partidos: en Coahuila participó en 16
municipios y apenas sí obtuvo un 2 por ciento de los votos, ni siquiera
suficientes para mantener su registro, pero ese partido y sus sueños guajiros de
atraer a Marcelo Ebrard o a Luis Donaldo Colosio para que los abandere en la
lucha por la presidencia de la república, hablaremos en otro artículo.
Morena, cuyo consejo nacional se reunirá este domingo para
definir el método de selección de su candidato para sustituir a AMLO, no va a
ir a un paseo en la Alameda en la elección del 2024, está obligada a cuidar su
unidad interna y a elegir a la mejor corcholata que refrende la diferencia que obtuvieron
en el 2018, porque enfrente tendrá a una alianza opositora que propone un
gobierno de coalición y que ya demostró en el 2023 que tiene con que dar la
pelea, pese a las traiciones de sus gobernadores y ex gobernadores que prefieren
cuidar sus pellejos antes que la lealtad al partido.
La oposición, por su lado, que definirá el método hasta el 26
de este mismo mes, también tiene la obligación de postular a la mejor carta
para atraer el voto de los mexicanos y lo único que tiene claro hasta ahora, es
que no piensa en reciclar a los que queden inconformes del proceso interno de
Morena, y no se ve cómo de los más de 20 aspirantes se pueda llegar a decidir por
uno sin que haya roces, a menos que aprendan y sigan el ejemplo de las grandes
coaliciones que se han formado en algunos países de centro y de sud América, en
donde compiten decenas hasta depurarse y quedarse con uno a la cabeza.
¡La verdad es que sí, hay tiro en el 2024!
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