Tixtla, Gro., a 30 de julio del 2023.- A sus compañeros "se les pasó la mano" y mataron a un joven que apenas estaba iniciando su semana de prueba en la escuela normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
El joven había decidido darse una oportunidad de convertirse en profesor, más nunca imaginó que la famosa novatada en su semana de prueba sería el final de su existencia.
Esa costumbre salvaje que el único propósito es de humillar al novato mediante acoso o abuso para que éste pueda formar parte del grupo, tuvo un final fúnebre.
El exceso de castigo terminó con la vida de este joven, quien recibió un impacto con un objeto contundente en la cabeza que le fracturó el cráneo, lo que le provocó la muerte.
Pero aquí viene lo grotesco del caso, los asesinos lo sacaron de la escuela y lo fueron a tirar a donde el sábado fue localizado en estado de descomposición. Según ellos, creyéndose vivales, lo reportaron como desaparecido y pensando que de esa forma el crimen quedaría impune.
Los ahora criminales creen que reportándolo como desaparecido, la autoridad no los investigará, cuando los asesinos tienen que recibir todo el peso de la Ley.
La versión de los asesinos es que el joven se suicidó, y que se escapó de la escuela y que el sólo se cayó y se pegó en la cabeza, pero se convierten en cómplices del crimen.
La Fiscalía General del Estado tiene trabajo que resolver, hay una familia que exige respuesta, hay una sociedad lacerada por tanta maldad, sin que la autoridad dé respuestas.
Marco Antonio Venegas Cortés, originario de la ciudad de Tixtla, no se suicidó, aseguran sus familiares, no se golpeó hasta partirse el cráneo él sólo, lo asesinaron por unos absurdos excesos en las famosas novatadas, que no son otra cosa que delitos tipificados en la Ley.
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