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ACAPULCO, PRESENTE Y FUTURO INMEDIATO, TRAS OTIS (UNA VISIÓN CRÍTICA IMPARCIAL)


Por Julio Zenón Flores Salgado

La recuperación de Acapulco, tras el devastador paso del huracán Otis, para el nivel de impacto y daños causados, está ocurriendo de una forma sorprendentemente rápida. Sin embargo, a casi tres semanas, aún quedan un importante número de colonias sumidas en la desesperación del escombro acumulado, falta de luz y agua, sin empleo, sin clases, sin seguridad y sin centros de abasto funcionando, sobreviviendo de la solidaridad hecha llegar por las fuerzas armadas que les lleva despensas, agua para beber y algunas raciones de comida caliente. La calidad y la cantidad de ayuda que llegó -después de cuatro días de vacilación que fueron fatales tanto para el gobierno que perdió la iniciativa e imagen en la opinión pública mundial, como para los ciudadanos acapulqueños de bien que se vieron en medio de una vorágine de saqueos y destrucción humanas- fue algo nunca visto. Llegó todo el peso del estado, directamente a los ciudadanos de a pie, en dos polos que apenas se van cerrando como pinza: a la periferia, donde realmente la gente podría morir por falta de agua y comida, y en los sitios donde habitan los que mueven los resortes de la economía local, Costa azul, por ejemplo, y los hoteles que tenían turismo refugiado. Quizá algunos esperaban que ocurriera como con el huracán Pauline o con las tormentas tropicales de Ingrid y Manuel: que había un fideicomiso, el Fonden, cuyas reglas estrictas retardaron un tanto los recursos, de tal manera que seis años después la reconstrucción no había terminado y que, según se supo después, muchos de esos millones fueron a parar a cuentas particulares. Esperaban quizás, yo mismo, lo confieso, que las autoridades, preocupadas en el tema electoral que los trae en una fuerte confrontación interna en el partido hegemónico, estuvieran distraídas. La realidad es que, al menos las locales, estuvieron atentas a la evolución del huracán, aunque finalmente les fallaron los cálculos por horas, tanto la presidenta municipal Abelina López Rodríguez, como la gobernadora Evelyn Salgado Pineda. Dos botones de muestra para demostrarlo: la alcaldesa instaló desde la tarde del 24 de octubre el consejo municipal de protección civil y ahí estuvo, transmitiendo información cada hora. Incluso alrededor de las 9:00 de la noche llamó al director de Trasfondo informativo, sabiendo que ese programa se transmite por el canal 11 de cable local y que tiene su nicho principal en los linderos de Renacimiento y La Venta, La Frontera, La Sabana y otras colonias de la zona. La voz de Abelina era trémula: por favor, dijo por el auricular, haga un llamado a la gente de la Venta y de la zona de los arroyos del perro y del muerto, esos canales están a medio desazolvar y la gente no se quiere salir, ya fuimos a decirles que se salgan, que se vayan a los refugios y dicen que ya han pasado muchos huracanes ahí, que no les pasa nada. Trasfondo informativo correspondió a la confianza haciendo de inmediato un llamado a través de sus redes sociales y enrutándolos, por nuestros CM, para esos nichos en particular. La presidenta municipal Abelina, supimos después, fue desalojada de su oficina del parque Papagayo por su equipo de seguridad hacia el búnker que existe en el zótano del palacio, ya cuando los grandes ventanales que dan al parque Papagayo habían estallado. Mientras, el equipo de comunicación se refugió en la sala de cabildos y siguió transmitiendo. Ahí durmieron.

Segundo: la gobernadora Evelyn Salgado Pineda no solo avisó desde temprano, sino que mandó brigadas a la playa a avisar al turismo y prestadores de servicio para pedirles que desalojaran. De todo eso hay evidencia. Por otra parte, la mandataria estatal ya había suspendido su informe preparado para el jueves 26 y, justo el 24, debía inaugurar una importante convención minera. Prefirió enviar al secretario de gobierno a ese evento y ella se quedó presidiendo el consejo estatal de protección civil.

 Fue la gobernadora Evelyn Salgado la primera autoridad en buscar mitigar los daños, con los recursos estatales, aunque su arribo se limitó a la zona exterior, al cinturón de miseria que rodea al puerto. Una gran diferencia, hay que recordar, de aquel alcalde priísta Juan Salgado Tenorio, que según el reportero entonces corresponsal de La Jornada, Misael Habana, estaba en Disneylandia el día que azotó Paulina**, ** y el entonces gobernador Ángel Aguirre, apareció bebiendo en una foto, con muchos de la clase política, justo la noche de Ingrid y Manuel. Tampoco hay que olvidar el acaparamiento de despensas en las casas de los dirigentes partidistas de entonces, aún recordamos sus nombres, a diferencia de ahora que la Sedena, Marina, Guardia Nacional se han hecho cargo. 

A casi tres semanas, las vialidades primarias están prácticamente recuperadas, las secundarias avanzan a pasos agigantados y las colonias son intervenidas una a una, con hombres, maquinaria y equipo, que llegan**,** despejan, reparan postes y cableado, en un solo día, lo que da una idea de que la recuperación total en colonias puede llevar un año o más, pero se está avanzando, ya se puede salir de ellas, ir a comprar a los centros de abasto, el turismo empieza a llegar en pequeñísima escala, pero los grandes hoteles y tiendas comerciales y bancos ya están abriendo y con ello dando algo de empleo. Las comunicaciones comienzan a funcionar, aunque de manera deficiente, ya hay transporte público, transmisión radiofónica, oficinas de gobierno. Todo indica pues, que, aunque la recuperación total para que Acapulco vuelva a ser una ciudad confortable tardará meses, hoy ya es habitable, y lo más importante, es viable. 

No hay culpables, fue un evento natural, las autoridades tardaron en reaccionar, pero lo hicieron con todo y gracias a eso no hubo más muertos, por hambre, por ataques humanos desesperados, o por otras razones. 

En ello jugaron un papel fundamental los medios de comunicación que movieron a la solidaridad social inmediata, aunque también hubo desinformación mal intencionada, pero sin los medios el gobierno no habría tenido la capacidad de afrontar el reto de la sobrevivencia alimentaria. El congreso local dejó que desear como ente, pero algunos diputados asumieron un rol importante en el apoyo a los damnificados, desde los morenistas Jacko Badillo, Yoloczin Domínguez, Alfredo Sánchez y Beatriz Mojica, hasta los priístas Rafael Navarrete y Julieta Fernández. De los regidores sólo se vio a Ilich Lozano, pero ediles de otras partes del estado llegaron con apoyo como las alcaldesas de Chilpancingo y Xochistlahuaca. La gobernadora Evelyn Salgado se multiplicó en colonias y comunidades, la alcaldesa Abelina López asumió al fin su rol ejecutivo en el municipio y por lo pronto hay recursos para las tareas inmediatas de reconstrucción: 61 mil millones, establecidos en un decreto presidencial, que según especialistas no alcanzarán y el problema real que asoma en el horizonte es que los diputados federales se negaron a modificar el presupuesto federal para destinar recursos en el 2024, para seguir con la reconstrucción. En ese contexto se abisora que Acapulco funcionará medianamente pero no podrá acometer una reconstrucción profunda que reoriente sus normas de construcción y de convivencia, y que en todo caso la gente de las colonias pobres volverá a vivir como siempre, con luz, agua y comunicaciones deficientes y expuestos a nuevos fenómenos naturales que serán más frecuentes e intensos por los efectos de los cambios climáticos. Del tema político nos ocupamos después.


JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, especializado en periodismo político www.facebook.com/trasfondoinformativo, Youtube@JulioZenonFlores, Twitter@trasfondoin, e mal: zenon71@hotmail, Whatsapp 7441054888

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