Hoy presenté ante el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, mediante el conducto del Presidente Nacional de dicho Órgano el C. Mario Delgado Carrillo, mi renuncia definitiva a dicho instituto político.
Milité en el Partido Morena desde sus inicios, mi desempeño siempre fue apegado a la institucionalidad y al objetivo de crear un partido que respetara el interés colectivo, así como los Derechos humanos de todas las personas. En el ejercicio de mi militancia fui el primer encargado de transparencia de Morena en Guerrero, Comisionado de elección para el proceso electoral 2017-2018; el representante más joven en la representación de Morena ante el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana; así como abogado defensor del partido en Guerrero, coadyuvando en proceso electorales en el Estado de México y Aguascalientes. En ese andar logramos en unidad la paridad para lograr el registro y la representación paritaria en el Congreso del Estado; así mismo impulsamos acciones afirmativas para los grupos considerados vulnerables, hoy ya nombrados como grupos prioritarios y puestos en ley (mujeres, indígenas, afromexicanos, grupos equiparables y diversidad sexual). Así mismo logramos mediante recurso de apelación que hoy todos los textos de sentencias, leyes y reglamentos en materia electoral sean traducidas en las cuatro lenguas originarias del estado de Guerrero.
Aún con todos los años de trabajo que se le dio genuinamente al Partido Morena, me he visto en la necesidad de renunciar por un tema de congruencia, de dignidad humana y sobretodo de un interés superior llamado colectividad, alejado de los viejos vicios y prácticas de la clase política que ha mancillado y coptado las filas de un partido que construimos todos y todas con la esperanza de que fuera ese faro que iluminara la conciencia política alejada de la corrupcion, el nepotismo y el despotismo, teníamos fe en que sería la luz que alumbraría el purgatorio, así como a Virgilio antes de encontrar la verdad del paraíso. Pero así como nos ha enseñado el maestro Jesús Urueta, polvo que piensa no vuelve al polvo, por lo que ahora nos toca forjar el camino, construir desde el inicio, hurgar un lugar allende para acomodar la fe de quienes pensamos que era posible acabar con los cacicazgos, porque la memoria no es polvo es músculo que late adentro de nosotros. El objetivo es claro y sin parpadeos, un proyecto incluyente, profundo y hasta donde tope, donde quepamos la sociedad civil. Por nuestro profundo amor a Guerrero y a México.
Fue un honor estar con Obrador
Isaac Cruz Rabadán
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