Por Julio Zenón Flores Salgado
Para Abelina López Rodríguez, actual alcaldesa de Acapulco, que ya se prepara para ir por la reelección con el aval de su partido Morena, no fue una tarea fácil abrirse paso en la contienda interna. Hubo momentos en los que parecía que era toda la estructura del partido la que se le oponía y eso, forzosamente tendrá una repercusión ahora que tienen que cerrar filas y “venderla” como la mejor para continuar al frente de la alcaldía.
Como en la anécdota del árabe que vende un camello y tiempo después se lo quieren regresar argumentando un sinfín de defectos, a lo que éste responde “no hables mal del camello, porque así no lo vas a poder vender”, habría que recomendarle a quienes ahora tendrán que hacer campaña por la alcaldesa para ganar esta elección, que vayan pensando sus argumentos para desdecirse de toda la retahíla de defectos que le achacaron durante la contienda interna, porque ahora es su candidata, su “camello” que tienen que vender.
La recomendación es más directa hacia quienes recurrieron incluso a la guerra sucia, como aquellos que le echaron a andar al auditor superior del estado, por cierto rodeado de empleados al servicio de dos conocidos legisladores que apostaban a que la primera edil no pasara la valla de contención.
Operación cicatriz
Todo dependerá de la “operación cicatriz” que lleve a cabo el equipo de López Rodríguez, pues a final de cuentas es ella la que quiere ser presidenta de nuevo y la que necesita de todos, a menos que piense, como algunos neófitos de la política, que Morena puede ganar hasta sin hacer campaña, lo cual es totalmente falso.
Las inercias no siempre funcionan en los procesos electorales y no se puede apostar todo a una marca, porque lo que se cuenta no son las opiniones, sino cada sufragio que se coloque dentro de la urna y en eso cuentan mucho las estructuras que lo trabajan territorialmente y lo “cierran” el día de la elección asegurándose de que sus simpatizantes se levanten temprano y vayan a la casilla que les corresponde.
En ese sentido, se debe reconocer que la alcaldesa lleva ya una ligera ventaja, pues es la que tiene mejor estructura de todos los que contendieron por abanderar a Morena en el municipio, pero no se puede olvidar que también tienen estructura Ilich Lozano, Carlos Granda, Ricarda Robles, Joaquín Badillo, Félix Salgado, y fuera de Morena, Ángel Aguirre, Manuel Añorve, Evodio Velázquez y, si esas se llegaran a juntar…
Un punto que se debe considerar es que Abelina no debe echar las campanas al vuelo, ni tirarse en la hamaca, pues no es lo mismo una elección con AMLO en la boleta, AMLO en la plenitud del poder y AMLO en pleno proceso de retirada y ausente de la boleta, porque en este último caso, el candidato regional está obligado a sumar, a aportar a la marca y a restarle a los adversarios, pues de lo contrario todo puede pasar.
Hoy, toca al equipo abelinista analizar y realizar la operación cicatriz y hacer un ejercicio autocrítico para superar todos los aspectos negativos que sirvieron de argumento a los opositores, internos y externos, para atacarla, para estar en condiciones de enfilarse a su segundo periodo sin contratiempos.
Ya veremos si están a la altura de las circunstancias.
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