Por JULIO ZENON Flores
Este domingo 28 de abril, los candidatos presidenciales Claudia
Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez, se verán las caras por segunda vez,
a 33 días de concluir su campaña, en el segundo debate sobre sus propuestas y
sus perfiles personales, que inevitablemente salen a relucir.
Al ser expuestos a una serie de preguntas que ellos no conocen,
algunas de ellas a propuesta de los electores de diferentes partes del país,
los aspirantes a gobernar la republica mexicana aparecen tal cual son. Tienen
menos posibilidad de mentirnos, de ahí la importancia de que los ciudadanos
busquemos la forma de ver directamente ese encuentro y no esperar a que nos lo
cuenten.
¿Quién ganará?
El primer ganador es el público, pues en ese espacio del
debate, no hay tiempo para que los abanderados de los respectivos partidos nos
llenen de su propaganda casi siempre vacía y que busca manipular nuestra intención
de voto.
El segundo ganador es quien muestre mayor seguridad, mayor
aplomo, mayor conocimiento de los temas, mayor autenticidad en sus respuestas,
y por supuesto, las mejores propuestas y proyecte la mejor imagen.
El debate pasado, por ejemplo, sin duda lo ganó la
abanderada de la coalición Juntos sigamos haciendo historia (en lo personal me
gustaría más que esa alianza se llamara Juntas y no juntos, por el masculinismo
que implica), pues estuvo mejor vestida, proyectó su perfil de presidenciable y
les dio buena batalla a los dos representantes de la oposición. En ese debate
Claudia Sheinbaum rompió el mito de que es una marioneta de Andrés Manuel López
Obrador, y mostró una personalidad propia que inspiró confianza, mientras que
por el contrario Xóchitl Gálvez se mostró nerviosa y agresiva, cosa que no
viste a un presidenciable, y Maynez apareció como el chico divertido que trata
de caer bien, aunque diciendo cosas que no parece entender del todo.
Para quienes hemos estado al tanto de la actividad política,
en particular a partir del primer debate presidencial, es claro que la candidata
de Morena ha crecido de manera exponencial en presencia. Ya parece presidenciable.
Bien vestida, segura de lo que dice y bien asesorada, además de un buen manejo
del escenario. Se le cree y parece confiable a los ojos de los electores. La
panista, en cambio, ha devenido en una candidata que se esfuerza por hacer una
campaña disruptiva que no alcanza credibilidad, pues los partidos que la
postulan le quitan todo atisbo de confianza. Por su parte el de MC se ha consolidado
como un abanderado juvenil, aunque de pronto parece algo inmaduro, pero eso
mismo lo hace agradable en el sector joven.
Partiendo de lo anterior, se puede adelantar que Claudia
ganará el debate de mañana y los que vengan (uno más) y la elección misma, pues
como se dice comúnmente en la comunicación política ya hizo clic con las masas,
“ya prendió”, aunque se espera también un buen papel de Maynez, porque
seguramente entiende que ya está posicionado entre los jóvenes y ahora tiene
que hablarle a los adultos. Xochitl, por su parte, se ve por una ruta errática
y abandonada por los partidos que la postularon, eso genera inseguridad y
desconfianza.
Claudia se ha posicionado ya como la favorita, que dará
continuidad a los buenos proyectos y obras de AMLO pero, la gente la ve como la
que enmendará los errores de su mentor.
Ya veremos si esta predicción se cumple.
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