El gobernador del estado de Morelos, Samuel Sotelo Salgado, aseguró que no se trató de un secuestro lo del Obispo emérito, Salvador Rangel Mendoza, sino más bien fue a consecuencia de una cita que él mantuvo con una persona en una pizzería.
"No hay pruebas para decir que fue un secuestro, de acuerdo a las investigaciones, el obispo tenía una cita con alguien en una pizzería y luego ya no se supo de él", expresó ante medios de comunicación el gobernador.
Sotelo Salgado, comentó también que, mientras se reportaba la desaparición del obispo, hubo movimientos (retiros) en sus cuentas bancarias.
De acuerdo a las pruebas periciales de las autoridades de Morelos, indican que salió positivo a cocaína y a somníferos; sustancias para dormir.
Cabe mencionar que, existe un grupo criminal integrado por mujeres, llamadas "Las Goteras", quienes usan el modus operandi de seducir a sus víctimas y ponen en las bebidas de los hombres algunas sustancias para dormirlos y despojarlos de sus pertenencias.
Además, extraoficialmente se logró sabe que, Salvador Rangel nunca estuvo incomunicado, y de acuerdo a conclusiones de las autoridades, la situación del obispo pudo haber trascendido más allá, después de la cita en la pizzería.
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