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Acapulco y su reconstrucción incompleta: una mirada crítica


Julio Zenón Flores Salgado

La última visita a Acapulco, del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en que se trató el tema de la reconstrucción de Acapulco tras el huracán Otis, mediante un panorama detallado de las medidas anunciadas por el gobierno federal, y su contraste con las carencias que se siguen observando en el puerto, pese a la gran cantidad de recursos que en el papel se han encausado, nos dejaron algunas inquietudes.

Además de los constantes apagones que aplica la CFE al parecer por zonas, que denotan que los arreglos hechos en su momento no fueron a fondo, sino que atendieron solo la emergencia y que la reconstrucción real está aún pendiente, es necesario ver críticamente las acciones anunciadas y cómo están fluyendo en la realidad.

Asignación de recursos y apoyo a viviendas

Aunque se han destinado fondos federales y estatales para la reparación de infraestructura y la reconstrucción de viviendas, la realidad en el terreno muestra una ejecución lenta y, en muchos casos, ineficaz. Las familias de bajos recursos, que deberían ser las principales beneficiarias, siguen esperando soluciones concretas mientras enfrentan condiciones de vida precarias, en particular quienes se han empleado en el sector turístico, que por más optimistas que nos pongamos, no se puede evitar darse cuenta de que está deprimido.

Reactivación económica y mejoras en servicios públicos

Las iniciativas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas locales son esenciales para revitalizar la economía de Acapulco. No obstante, la falta de coordinación interinstitucional y la burocracia han retrasado la implementación de estos programas. Además, los constantes apagones y la deficiencia en servicios básicos como el agua potable y el saneamiento reflejan un trabajo incipiente y una planificación insuficiente.

Prevención de desastres y resiliencia

La construcción de infraestructura más resistente y la implementación de sistemas de alerta temprana son pasos en la dirección correcta. Sin embargo, la verdadera prueba será la capacidad del gobierno para mantener y actualizar estas medidas a largo plazo. La prevención de desastres no puede ser un esfuerzo puntual; requiere un compromiso continuo y recursos adecuados.

Desafíos significativos

La magnitud de los daños causados por el huracán Otis es considerable, y asegurar los fondos necesarios en un contexto económico desafiante es una tarea monumental. La logística y el acceso a las áreas afectadas, especialmente en zonas de difícil acceso, complican aún más los esfuerzos de reconstrucción. Además, la falta de consenso con la sociedad sobre los proyectos de reconstrucción, como el rechazo del proyecto para la zona de Sinfonía y La Quebrada, evidencia una desconexión entre las autoridades y la comunidad.

Impacto social y económico

La reconstrucción debe abordar no solo los daños físicos, sino también el impacto social y económico en la comunidad. La recuperación de medios de vida y el apoyo psicológico a los afectados son aspectos cruciales que no pueden ser ignorados. Sin una respuesta integral y coordinada, la recuperación de Acapulco será incompleta y dejará a la comunidad vulnerable a futuros desastres.

En conclusión, aunque las medidas anunciadas por el gobierno son un paso en la dirección correcta, la ejecución y la coordinación efectiva son esenciales para asegurar una reconstrucción sostenible y resiliente. La comunidad de Acapulco merece un esfuerzo concertado y comprometido que vaya más allá de las promesas y se traduzca en acciones concretas y tangibles.


xxx Editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, especializado en periodismo político www.facebook.com/trasfondoinformativo, Youtube@JulioZenonFlores, Twitter@trasfondoin, e mal: zenon71@hotmail, Whatsapp 7441054888

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