Por Julio Zenón Flores Salgado
Acapulco, Guerrero - La Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ganó el reconocimiento y la gratitud de los acapulqueños tras el devastador paso del huracán Otis. En tiempo récord, la CFE logró restablecer el servicio eléctrico en gran parte de la ciudad, desplegando más de 2,900 trabajadores y utilizando una vasta cantidad de recursos, incluyendo grúas, vehículos, plantas de emergencia y helicópteros12. Este esfuerzo monumental permitió que hospitales, gasolineras, oficinas de seguridad pública y plantas de bombeo de agua volvieran a operar en cuestión de días2.
Sin embargo, la percepción de la CFE ha cambiado drásticamente en el último mes. A pesar de su heroica labor inicial, la empresa ha impuesto apagones diarios que duran varias horas, afectando la vida cotidiana de los residentes y el funcionamiento de negocios locales. Estos cortes de energía han generado frustración y enojo entre los acapulqueños, quienes sienten que la CFE ha pasado de ser un salvador a convertirse en un villano.
Además, la CFE ha comenzado a cobrar los recibos de consumo, lo que ha añadido una carga económica adicional a las familias que aún se están recuperando de los estragos del huracán. Muchos ciudadanos han expresado su descontento en redes sociales y a través de protestas locales, argumentando que es injusto pagar por un servicio que no se está proporcionando de manera continua y confiable.
La situación actual plantea una serie de preguntas sobre la gestión de la CFE y su capacidad para mantener un suministro eléctrico estable en Acapulco. Mientras tanto, los residentes esperan una pronta solución que les permita retomar sus vidas con normalidad y sin interrupciones constantes en el servicio eléctrico.
Los apagones diarios en Acapulco han tenido un impacto significativo en los negocios locales. Aquí hay algunos de los efectos más notables:
Pérdidas Económicas: Los cortes de energía interrumpen las operaciones diarias, lo que resulta en pérdidas de ingresos. Restaurantes, tiendas y otros negocios que dependen de la electricidad para sus actividades cotidianas se ven especialmente afectados.
Deterioro de Productos: Negocios que manejan productos perecederos, como supermercados y restaurantes, enfrentan el riesgo de que sus productos se echen a perder debido a la falta de refrigeración constante.
Costos Adicionales: Muchos negocios han tenido que invertir en generadores de energía para mantener sus operaciones durante los apagones. Esto representa un gasto adicional significativo, tanto en la compra de los generadores como en el combustible necesario para operarlos.
Reducción de la Productividad: La falta de electricidad afecta la productividad de los empleados y la eficiencia de los procesos. Oficinas y fábricas experimentan retrasos y disminución en la producción.
Impacto en la Reputación: Los negocios que no pueden operar de manera confiable pueden perder clientes y sufrir daños a su reputación. Los turistas, en particular, pueden optar por destinos alternativos si perciben que Acapulco no puede ofrecer servicios básicos de manera consistente.
Seguridad: La falta de iluminación y sistemas de seguridad operativos durante los apagones aumenta el riesgo de robos y otros delitos, lo que afecta tanto a los negocios como a los residentes.
En resumen, los apagones no solo afectan la vida diaria de los residentes, sino que también ponen en riesgo la viabilidad económica de muchos negocios en Acapulco. La comunidad empresarial espera que la CFE pueda resolver estos problemas rápidamente para evitar mayores daños económicos y sociales. 1: Datanoticias 2: CFE
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Editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, especializado en periodismo político
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