En un giro inesperado para el ciclo escolar 2024-2025, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha implementado cambios significativos en los libros de texto destinados a la enseñanza del inglés en secundaria. Los nuevos materiales, que serán utilizados a partir del 26 de agosto, combinan el aprendizaje del inglés con otras disciplinas como español, lenguas indígenas y artes, dejando de lado la exclusividad de un libro específico para esta materia.
La medida ha generado controversia, especialmente entre la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), que ha criticado la decisión por considerarla discriminatoria y violatoria de la ley. La Caniem argumenta que la convocatoria para la creación de estos libros se emitió a destiempo, sin respeto a los programas de estudio vigentes, y que pone en riesgo el derecho de los maestros a acceder a materiales de calidad.
En ciclos anteriores, los docentes tenían la opción de elegir entre varias editoriales privadas que ofrecían libros de inglés específicos y gratuitos. Sin embargo, para este ciclo, los alumnos contarán con un único ejemplar por grado, que abarca no solo inglés, sino también otras áreas de lenguaje y artes. Por ejemplo, el libro de primer grado, titulado *Lenguajes*, contiene solo 102 páginas dedicadas al inglés, en comparación con los 200 de las ediciones previas.
La reducción en contenido y enfoque ha sido otro punto de crítica. Las nuevas lecciones están centradas más en aspectos culturales e históricos de la lengua inglesa, en lugar de desarrollar habilidades prácticas de lectura, escritura, comprensión y expresión oral en inglés. Este enfoque limitado ha suscitado preocupaciones sobre la efectividad de la enseñanza del idioma en las escuelas públicas.
La decisión de la SEP también destaca por el hecho de que los nuevos libros no fueron adquiridos a través de la industria privada, sino que fueron desarrollados por voluntarios convocados por la Dirección General de Materiales Educativos. Este cambio de enfoque ha dejado a muchos preguntándose sobre el futuro de la educación en lenguas extranjeras en el país y la calidad de los materiales educativos que se están proporcionando a los estudiantes.
La controversia continúa, con diversas voces en el ámbito educativo y editorial expresando su preocupación por el impacto que esta decisión podría tener en la calidad de la educación y el aprendizaje del inglés en México.
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