El 21 de agosto de 2024, pobladores de la comunidad de Nuevo Progreso, en el municipio de Jesús Carranza, Veracruz, retuvieron y amarraron a un empleado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mientras repartía recibos de cobro. La acción fue en protesta por las constantes fallas en el suministro eléctrico, que los vecinos consideran de alto costo y mal servicio.
Los habitantes, cansados de los frecuentes apagones y la lenta respuesta de la CFE a sus reportes, decidieron manifestarse de esta manera para exigir mejoras inmediatas y la presencia de funcionarios de alto nivel que puedan resolver la situación. En un video compartido por los mismos pobladores, se muestra al trabajador atado a una asta bandera como símbolo de su descontento.
Este incidente se suma a una serie de protestas en la región sur de Veracruz, donde comunidades como Minatitlán, Cosoleacaque, Zaragoza, Oteapan y Nanchital han experimentado apagones similares. Aunque la CFE atribuye las interrupciones a tormentas eléctricas, la empresa ha sido criticada por tardar hasta 48 horas en atender las fallas. El trabajador fue liberado horas después tras la intervención de autoridades competentes.
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