Redacción
Acapulco, Gro., 09 de octubre de 2024 – Con motivo del 27 aniversario del devastador paso del Huracán Paulina, la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, encabezó una ceremonia en el Asta Bandera junto a representantes de las fuerzas armadas. En su discurso, López recordó el dolor provocado por el huracán, que causó múltiples pérdidas, pero destacó también las lecciones aprendidas. Afirmó que su gobierno se compromete a fortalecer la cultura de la protección civil para prevenir futuras tragedias.
Durante la ceremonia, la alcaldesa reafirmó su promesa de elevar la Coordinación de Protección Civil a una Secretaría, con el objetivo de implementar medidas preventivas más efectivas. "Un gobierno solo no puede; debemos trabajar en comunidad", enfatizó López Rodríguez.
En un emotivo gesto, la presidenta municipal envió un abrazo a las familias de las víctimas del Huracán Paulina y mencionó otros fenómenos naturales que han afectado gravemente a Acapulco, como los huracanes Manuel, Ingrid, Otis y más recientemente John. Reflexionó sobre la urgente necesidad de impulsar políticas públicas que promuevan la protección civil y llamó a la población a seguir las indicaciones de las autoridades en caso de emergencias.
El evento contó con la participación de la banda de música del Ayuntamiento y la banda de guerra del 56 Batallón de Infantería, quienes acompañaron la izada de la bandera a media asta en memoria de las víctimas. Posteriormente, la presidenta y diversas autoridades se trasladaron a la Plaza la Esperanza, donde depositaron una ofrenda floral en el monumento dedicado a quienes perdieron la vida en el desastre de 1997.
Entre los presentes en la ceremonia estuvieron la secretaria General del municipio, Leticia Lozano Zavala; el comandante del 56 Batallón de Infantería, Aníbal Salvador Nava Sánchez, en representación de la Novena Región Militar; el capitán de puerto, Alejandro Alexander González; el secretario de Seguridad Pública de Acapulco, Eduardo Arturo Bailleres Mendoza, y el coordinador General de Protección Civil, Efrén Valdez Ramírez, además de miembros del Cabildo porteño.
El huracán Paulina, que azotó Acapulco en octubre de 1997,
es recordado como uno de los desastres naturales más devastadores en la
historia reciente de México. Este fenómeno meteorológico de categoría 4 dejó
una huella imborrable en la región, tanto por los daños materiales como por las
lecciones aprendidas en materia de protección civil.
Daños y Causas
Paulina impactó Acapulco con vientos de hasta 240 km/h y
lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra1. Los ríos Papagayo, La Sabana y El Camarón se
desbordaron, arrasando con viviendas, carreteras y cultivos. En total, se
reportaron más de 200 muertos, 50 desaparecidos, 350 heridos y 50,000
damnificados. Las pérdidas económicas se estimaron en aproximadamente 80,000
millones de pesos de 1997.
Consecuencias
Las consecuencias del huracán fueron devastadoras. La
infraestructura de Acapulco quedó severamente dañada, con carreteras y puentes
destruidos, y una parálisis total en los servicios de comunicación y transporte
aéreo2. La economía local, dependiente en gran medida
del turismo, sufrió un golpe significativo debido a los daños en hoteles,
restaurantes y centros comerciales.
Actuación de las Autoridades
La respuesta de las autoridades fue criticada por su
lentitud e ineficacia. La falta de preparación y coordinación entre los
diferentes niveles de gobierno exacerbó la crisis. Sin embargo, el desastre
también impulsó mejoras en los sistemas de protección civil. Se implementaron
nuevas políticas y protocolos para la gestión de emergencias, incluyendo la
creación de planes de evacuación y la mejora de la infraestructura de alerta
temprana.
Enseñanzas en Materia de Protección Civil
El huracán Paulina dejó importantes lecciones en materia de
protección civil. La necesidad de una mejor planificación urbana y la
construcción de infraestructura resistente a desastres naturales se hicieron
evidentes. Además, se subrayó la importancia de la educación y concienciación
de la población sobre cómo actuar en situaciones de emergencia.
En resumen, el huracán Paulina no solo dejó una estela de
destrucción en Acapulco, sino que también marcó un punto de inflexión en la
manera en que México aborda la gestión de desastres naturales. Las mejoras
implementadas desde entonces han contribuido a una mayor resiliencia frente a
futuros eventos climáticos extremos.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?