Acapulco, Gro. A un año del devastador huracán Otis, que tocó tierra como categoría 5, Acapulco sigue lidiando con los efectos de la tragedia, que dejó un saldo trágico de 52 fallecidos y 31 desaparecidos. La incertidumbre persiste en la población, que ve lejana la recuperación total en varias zonas del puerto, donde el deterioro urbano y ambiental es evidente.
Aunque ha habido avances en la reconstrucción, el huracán John, que impactó la región a finales de septiembre, ha complicado los esfuerzos. Las lluvias torrenciales del 23 al 27 de septiembre no causaron grandes pérdidas económicas, pero sí dejaron un panorama desolador: más de la mitad de las viviendas sufrieron escasez de agua y la industria turística se encuentra en declive debido a la falta de visitantes y a la violencia en la ciudad.
Natalia Salvador González, de 65 años, quien trabaja como mesera en Playa Suave, relató su experiencia: "Se puso feísimo, no hay agua, apenas me llevaron el gas. No hay nada de turistas. Mis ahorros ya se acabaron, y ahora, con lo que hizo John, volví a perder." En la zona Diamante, Alejandrina Gutiérrez Añorve, comerciante, lamentó que "apenas nos estábamos recuperando de Otis y ahora intentamos rescatar lo poco que se salvó de John."
En el sector hotelero, solo se han habilitado 12,000 de las 19,600 habitaciones disponibles antes de Otis. Se espera que mil más estén listas para diciembre, pero muchos trabajadores del sector han perdido sus empleos. Elizabeth Sánchez García, quien se mudó a Los Cabos en busca de trabajo, compartió: "En Acapulco no hay trabajo, me vine hace dos meses."
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reflejan la crisis: en el primer trimestre de 2024, la actividad económica de Guerrero mostró una caída del 0.7% anual, convirtiéndose en la única entidad con un saldo negativo.
Expertos coinciden en que las lecciones de Otis no se han aplicado adecuadamente. Vivian Heredia Hernández, ambientalista de la organización Habla bien de Aca, enfatizó la necesidad de enfocarse en acciones de prevención ante futuros fenómenos meteorológicos. Por su parte, el docente e investigador Benjamín Castillo Elías instó a fomentar una cultura de prevención para evitar repetir desastres.
El gobierno local, al parecer, no tenía un plan adecuado para manejar los escombros y residuos, estimados en un millón de toneladas. Además, la restauración ecológica de cuerpos de agua, como la laguna negra de Puerto Marqués, es fundamental para mitigar los daños ambientales.
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