Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, emitió una fuerte crítica a la estrategia de seguridad del expresidente Andrés Manuel López Obrador, asegurando que el enfoque de "abrazos, no balazos" ha sido insuficiente para enfrentar la violencia en el país. Salazar señaló que, durante el sexenio de López Obrador, el gobierno evitó enfrentar abiertamente el problema y rechazó apoyo económico de Estados Unidos por encima de los 32 millones de dólares, destinados a reforzar la seguridad. "No se puede hablar de paz y negar la realidad de la violencia que afecta a México", enfatizó Salazar en una rueda de prensa.
El embajador subrayó que la política de López Obrador, centrada en evitar confrontaciones con el crimen organizado y en la prevención social de la violencia, ha dejado un saldo de inseguridad y que el país necesita una estrategia más integral. Añadió que los bajos salarios y la falta de recursos para las fuerzas policiales dificultan su labor y que, sin un aumento en el presupuesto de seguridad y reformas que garanticen justicia y transparencia, será difícil revertir la situación.
Además, Salazar sugirió que la reforma judicial debe atender la corrupción en todos los niveles y criticó la falta de controles para asegurar la aplicación de la ley en los años recientes. Según él, México necesita un sistema judicial "que realmente funcione" para recuperar la confianza ciudadana y contrarrestar la influencia del crimen en la sociedad.
A pesar de su crítica, Salazar reconoció algunos programas de prevención, como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, pero insistió en que la estrategia debe complementarse con una inversión real en seguridad y colaboración internaciona
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