Esta muñeca fue encontrada en un jarrón de terracota junto con una tablilla de plomo que contenía un hechizo vinculante. Los arqueólogos estiman que la figura de arcilla se remonta al siglo III o IV a.C. Aunque la estatua fue encontrada durante unas excavaciones cerca de Tebas, en Egipto, es de origen griego, como indica la inscripción en la placa.
La estatua, como se puede observar, está arrodillada con las piernas y los brazos atados a la espalda. Como si fuera poco, fue atravesada por 13 clavos: uno en la parte superior de la cabeza, uno en la boca, uno en cada ojo y oreja, uno en el pecho, uno en las palmas, uno en los pies, y dos más en el interior de la vulva. Parece lógico que esta estatua se utilice para una maldición como un muñeco vudú.
Pero, si leemos lo escrito en la etiqueta, descubrimos que el "muñeco" fue hecho por un hombre y en realidad sirvió para enamorar a una mujer desinteresada.
La inscripción griega dice así:
"Gran Ptolemaida, que Ayas, hija de Orígenes, me ama. No la dejes comer ni beber hasta que venga a mí, y no la dejes encontrarse con ningún otro hombre excepto yo. Haz con ella lo que quieras hasta que acepte estat sola conmigo Mientras yo viva ella me escuchará, me amará y siempre dirá la verdad."
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