Edarty Ramirez
Con un incremento del 30% en las ventas de juguetes respecto a años anteriores, el Día de Reyes 2025 en Guerrero se vivió con entusiasmo y esperanza. Desde las principales calles de Acapulco hasta la Casa Hogar del DIF Guerrero en Chilpancingo, miles de niñas y niños disfrutaron de regalos, espectáculos y momentos llenos de ilusión, destacando una afluencia significativa de familias en busca de mantener viva esta tradición.
En el puerto de Acapulco, las calles Eduardo Mendoza, Francisco Javier Mina, Velázquez de León y Parian se convirtieron en mercados al aire libre, abarrotados de padres de familia que, hasta altas horas de la noche, buscaban el regalo perfecto para sus hijos. Entre los artículos más vendidos estuvieron muñecas, peluches y juguetes tecnológicos, marcando la preferencia de las nuevas generaciones.
Por su parte, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y Liz Salgado llevaron alegría a la Casa Hogar del DIF Guerrero en Chilpancingo, donde las niñas y niños recibieron juguetes y participaron en la tradicional partida de la rosca de reyes. Este evento, además de ofrecer un momento de felicidad, reafirmó el compromiso del gobierno estatal con los sectores más vulnerables.
En Acapulco, la alcaldesa Abelina López Rodríguez inauguró el Festival de los Reyes Magos en el Zócalo, donde miles de familias disfrutaron de un espectáculo único en la pista de hielo, que incluyó acrobacias de patinadores internacionales y la participación de personajes de cuentos y películas animadas. Al concluir el evento, se rifaron bicicletas, patines y otros juguetes que llenaron de emoción a los asistentes. La alcaldesa destacó que estas actividades no solo fomentan la unión familiar, sino también la construcción de valores en la niñez.
El Parque Papagayo también se sumó a las celebraciones con un recorrido especial en tren, que partió de la Villa Navideña y cruzó la Costera Miguel Alemán, mientras Melchor, Gaspar y Baltasar recibían las cartas llenas de sueños e ilusiones de los pequeños.
A pesar del ambiente festivo, no todos los niños pudieron disfrutar de esta tradición. En muchos casos, las familias enfrentaron dificultades económicas, mientras que algunos menores continuaron trabajando en las calles. Sin embargo, las celebraciones en Guerrero y Acapulco reflejaron la importancia de mantener vivas estas tradiciones, que llenan de esperanza los corazones de las nuevas generaciones.
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