Un feroz incendio, avivado por fuertes vientos, devastó el sur de California el martes, destruyendo viviendas y forzando la evacuación de al menos 30 mil residentes en Pacific Palisades, una comunidad costera cercana a Los Ángeles.
El cielo se cubrió de un denso humo negro mientras las llamas consumían cerca de 3 mil hectáreas. Las autoridades señalaron que los vientos, con ráfagas de hasta 160 kilómetros por hora, complican los esfuerzos de contención, convirtiendo este incendio en uno de los más peligrosos de la última década.
Más de 10 mil hogares y 13 mil estructuras permanecen en riesgo, mientras helicópteros y aviones intentan sofocar el fuego. "Estamos en una situación crítica, y lo peor aún podría estar por venir", advirtieron los equipos de emergencia.
Las evacuaciones continúan mientras los residentes buscan refugio en albergues habilitados por las autoridades.
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