Un potente terremoto de magnitud 7.7 golpeó Birmania este viernes, dejando al menos 20 muertos y causando estragos en la infraestructura del país. El epicentro del sismo se localizó cerca de la ciudad de Mandalay, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La tragedia también afectó a Tailandia, donde se reportaron tres fallecidos tras el colapso de un edificio en construcción.
El impacto del terremoto fue devastador: carreteras quedaron surcadas por grietas profundas, edificios se derrumbaron y el emblemático Puente Ava fue arrasado. La junta militar de Birmania declaró el estado de emergencia en seis regiones y solicitó ayuda internacional, un gesto inusual que refleja la magnitud de la crisis. Países como Francia e India ya han ofrecido su apoyo.
En Tailandia, la situación también es crítica. Un rascacielos en construcción colapsó en Bangkok, dejando atrapados a decenas de trabajadores. Las autoridades locales han confirmado tres muertes y continúan las labores de rescate para localizar a más de 80 personas desaparecidas.
La comunidad internacional observa con preocupación mientras equipos de rescate trabajan contrarreloj para atender a las víctimas y evaluar los daños. Este terremoto, uno de los más fuertes en la región en años recientes, subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras en zonas propensas a desastres naturales.xxx
Editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, especializado en periodismo político
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